Opinión

Justicia para los chiquitos

Justicia para los chiquitos

Lo que pasa es que ahora todos los incidentes lo graban con los celulares, pero las peleas escolares entre niños y adolescentes del mismo y de diferentes sexos se han escenificado siempre. Inclusive los hermanos, en los propios hogares, independientemente del sexo, muchas veces se pelean, conducta que van abandonando en la medida en que crecen y aprenden a dirimir las diferencias de forma civilizada.

No debería de considerarse como violencia de género una pelea entre dos escolares, pero mucho menos entre dos hermanos de diferentes sexos, por el hecho de que el varón haya llegado a los 18 años. Lo que se impone es que las autoridades escolares, en un caso, tomen las medidas disciplinarias correspondientes y, en otro caso, que los padres den el castigo pertinente. En uno y en otro caso, si las circunstancias lo requieren, se podría procurar ayuda de un profesional de la sicología.

El juez de Monte Plata, Kevin Enrique, yerra cuando dicta medida de coerción (prisión) de un mes contra el joven Daniel López, de 18 años, quien se ve en un video “echando una llave y tirando al piso” a una compañera de clases de 15 años, cuando lo que procedía era la remisión al sicólogo de ese muchacho, para que abandone su conducta violenta y se le cree conciencia sobre las leyes que protegen a las damas. Es que se trata, aunque tenga 18 años, de un muchacho que ignora por completo lo que significa “violencia de género”.

Ahora posiblemente pierde el año escolar y en la cárcel estaría junto a adolescentes y a jóvenes de historial delictivo, creándole mayores daños conductuales. Y todo porque no es hijo de un empresario, un alto oficial o un funcionario público. ¿Acaso guarda prisión algún hijo de funcionario gubernamental de los tantos que han estado envueltos en escándalos, producto de la comisión de hechos criminales?

Ningún juez siquiera se atreve a dictar medida de coerción, siempre buscan una salida privilegiada y se logra el olvido por el silencio de los medios de comunicación y el paso del tiempo. Aquí solo hay justicia para los chiquitos.

Creo que el escolar requería una sanción, pero una sanción menor, no una medida tan drástica. Ahora Daniel López está preso mientras una acusada de desaparecer a una menor, supuestamente con fines de trasplante de órganos, se pasea libremente por las calles. ¡Justicia solo para los chiquitos c…!

El Nacional

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