Resultan justificadas las reacciones del presidente Leonel Fernández y del titular del Senado, Reinaldo Pared Pérez, ante la denuncia externada por el embajador de Estados Unidos sobre un deterioro del estado de derecho y auge de la corrupción en República Dominicana.
Al proclamar que en el país se respeta y se garantiza la seguridad jurídica, el presidente Fernández ha refutado el señalamiento del embajador Robert Fannin, de que la corrupción empeora y que el estado de derecho corre peligro de estancarse.
Contrario a lo dicho por el enviado estadounidense, de que República Dominicana ha quedado rezagada en el hemisferio en cuanto a la promoción del estado de derecho, el mandatario sostiene que la nación es viable y confiable para la inversión extranjera.
El doctor Pared Pérez, definió como intromisión descarada e inaceptable, las denuncias y críticas que formuló el diplomático ante la matrícula de la Cámara de Comercio y reclamó del embajador Fannin señalar los nombres de funcionarios que estarían involucrados en tráfico de drogas.
Más que censurar lo dicho por Fannin, lo que se censura es la intromisión en asuntos domésticos que supone emitir tales denuncias o censuras ante un foro público.
Es por eso que se justifican la defensa que sobre la consolidación de la seguridad jurídica, estado de derecho y clima de inversiones formula el presidente Fernández o la áspera reacción del doctor Pared Pérez.
La solución a los males denunciados por el embajador Fannin es de la exclusiva competencia de poderes públicos que integran al Estado nacional, sin desdeñar la cooperación internacional, pero nunca la intromisión foránea.
Las relaciones entre Estados son signadas por convenciones que vedan la intromisión y promueven colaboración y reciprocidad, más aun cuando se trata de males mayores como corrupción, narcotráfico y estado de derecho.
Así pues, se definen como válidas, justas y oportunas las declaraciones del presidente Fernández y del titular del Senado de rechazo a lo que dijo el embajador de Estados Unidos y, más aún, al escenario que usó para decir lo que dijo.
