Hubo una vez que siete hermanos, enfermos por la música y estimulados por unos padres apoyadores de sus iniciativas, decidieron integrarse como grupo merenguero. Nacía una tradición familiar que tuvo inicio el 1 de mayo del año 1978.
Anoche, tras una trayectoria de 34 años de éxitos y pruebas de vida amargas y alegres, tantas veces repetidas, se sorprendieron cuando Máximo Jiménez, presidente de Acroarte, reveló que eran los ganadores del Soberano.
Era el momento de mayor intensidad emotiva tanto para Los Rosario como para el renovado ceremonial, que anoche apuntó a un relanzamiento, gracias al apoyo de la Cervecería Nacional Dominicana y el co-auspicio de Claro.
El alma inspiradora era Pepe Rosario, el que tuvo la idea y a la cual se sumaron sus seis hermanos, encabezados por Rafa y Toño.
Había algo especial en la música popular de estos jóvenes: tuvieron la suerte de combinar, cual mágica poción, un estilo musical único para lo que era el merengue popular conocido, el carisma de dos principales vocalistas (Toño y Rafa), caracterizados por ser voces penetrantes, reconocibles y amigables, el espíritu de familia que marcó su desarrollo, letras destinadas al disfrute del baile, sin complicaciones de concepto, y un deseo creciente de establecer una huella propia en los escenarios.
Pasaron por muchas circunstancias, incluyendo la muerte trágica de Pepe, en la madrugada del 19 de marzo de 1983, lo que hizo pensar en la desintegración de la banda. Pero no. Se repusieron. Volvieron a -sonar con más intensidad. Sus discos tenían esa gracia especial que les convertía en éxitos tan pronto salían a la radio.
Pero la adversidad seguiría pautando la ruta.
Uno de los pilares del grupo, Máximo Antonio del Rosario (Toño), estimulado por la pegada de su figura, abandona la agrupación y forma su propia orquesta. Para lograr su sueño viajó a la isla de Puerto Rico y allí debutó con su orquesta el 14 de abril de 1990 en el coliseo Roberto Clemente de San Juan.
Los Hermanos Rosario recibieron, emocionados, anoche el Soberano de manos de Franklin León, Checheo Rivera y Máximo Jiménez. Oportunidad que aprovecharon para elevar su deseo de que su madre, quien se encuentra enferma, recupere su salud.
Igualmente recordaron que éste es el mes en el cual se conmemora un año más de la muerte de Pepe Rosario, fundador de la agrupación, e incluso tuvieron palabras para dedicar el Soberano a Toño (esto también es tuyo) se escuchó decir de parte de los galardonados con el mayor honor del ceremonial artístico.
El Soberano a Los Rosario fue una decisión sorprendente, del tipo gallo tapao, con la ventaja de ser oportuna e incuestionable. La labor de una orquesta singular, persistente y que ha producido tantos éxitos, pese a la adversidad.
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Un Apunte
En el After Party
Hablando en After Party de la empresa telefónica Claro, en el teatro La Fiesta del hotel Jaragua, Rafa Rosario y sus hermanos indicaron que se trata del reconocimiento más importante de su carrera y que lo aceptan como honor a la memoria de Pepe Rosario. Dijeron que en lo adelante continuarán haciendo con la misma pasión, lo que siempre han realizado: una música que llene de alegría y ritmo el corazón de los dominicanos. El Soberano tiene para nosotros una significación especial: nos llena de orgullo, sostuvo.
