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La Barquita Actualidad, orígenes y futuro

La Barquita Actualidad, orígenes y futuro

Un entusiasmo colectivo es lo que viven los habitantes de la localidad de La Barquita, a orillas del río Ozama, al acercarse la fecha de entrega de lo que será su nuevo hábitat, La Nueva Barquita, proyecto habitacional de apartamentos, en la Javilla, de Sabana Perdida, en Santo Domingo Norte, en donde por vez primera vivirán con el problema de los servicios básicos resuelto.
“Esto es un sueño hecho realidad. Dios le de larga vida al presidente Medina. Ya que fue el primer presidente que visitó La Barquita, prometió sacarnos de aquí. Y lo hará”, expresó Francia Almonte, de 57 años, y quien ha vivido por más de 40 años en esta localidad.

La Barquita es un empobrecido sector que cuenta con una población de aproximadamente 8,000 habitantes en 1,876 viviendas (983 habitadas por sus propietarios, 645 alquiladas y 51 cedidas o prestadas), según un censo aplicado en marzo de 2013 por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) para la Dirección General de Ordenamiento Territorial (DGOT).

“Este sector entero espera muy contento, el día en que nos entreguen esos apartamentos. Hemos tomado los cursos que fueron muy buenos ya que nos enseñaron que debemos dejar todo esto atrás. Que es otra vida la que tendremos. Aprendimos sobre la higiene, a no hacer bulla, ni apoyar la delincuencia”, según Betina Díaz, quien vive con su madre y sus tres hijos.

Además del estado de hacinamiento e insalubridad, en que aquí se vive en La Barquita, lo más preocupante es el estado de incertidumbre, por la reiteradas evacuaciones cuando el río reclama sus orillas en temporadas de lluvias.

“Espero que estos días pasen y que llegue el día, para irnos de aquí. Allí estaremos en un lugar más higiénico y limpio. Además podremos comprar trastes, ya que aquí uno nunca pudo comprar nada, ya que todo era del río”, dijo María Rosario, quien junto a su esposo, Leo Vicioso, tiene 35 años viviendo en esta barriada.

Orígenes

La Barquita tiene sus orígenes después de la revolución de 1965, cuando desde algunas provincias, campesinos fueron emigrando hacia la capital dominicana, principalmente hacia Los Mina. Aunque muchos afirman que es después del huracán David, en 1979, cuando esta localidad recibe la mayor cantidad de emigrantes.

Los terrenos a orillas del rió Ozama eran propicios para el cultivo de arroz, pastos para ganado, víveres y otros vegetales, por lo cual en menos de una década ya había un asentamiento humano de importancia.

En las décadas siguientes el crecimiento de esta localidad era notorio (tierras del Estado invadidas por los pioneros y vendidas a precios de vaca muerta, a segundos) aunque todo ocurría al margen del Ayuntamiento y del Gobierno Central, por lo cual era un aumento poblacional y de viviendas, sin ningún tipo de control, planificación social, ni urbanística.

Esto dio origen a lo que hoy conocemos como La Barquita, un barrio modelo de manera negativa. Un submundo en donde casi 50 años después de su fundación, no tiene los servicios básicos resueltos.

Su nombre de “La Barquita” se debe a que en los inicios para cruzar el río Ozama y unir el sector de Los Mina con Sabana Perdida se usaba una pequeña barcaza, en la que además de personas se cruzaban, animales, motores, ajuares, víveres, etcétera. Esta práctica duró hasta el año el 1978, cuando el entonces presidente de la República, Joaquín Balaguer, culminó la construcción del Puente Gregorio Luperón o Puente de La Barquita, como también se le conoce.

Geografía del área
La Barquita es una localidad ubicada en las riberas norte y este del río Ozama. Aunque es una sola Barquita, por estar dividida por el mencionado río, una es llamada La Barquita de Sabana Perdida, y la otra La Barquita de Los Mina.

La superficie del terreno es muy accidentada debido a su cercanía con el río. Las viviendas fueron construidas en los barrancones y en las tierras secas en la misma orilla del afluente. Está dividida en cuatro sectores, La Milagrosa, San José, La Lata y La Lechuga, siendo estos dos últimos los lugares más vulnerables y paupérrimos.

Una calle única de apenas unos 10 pies de ancho, en donde un sólo vehículo puede transitar a la vez, y en una sola dirección. Cuatro cañadas de importancia, 10 callejones y decenas de escaleras de concreto (escalones) forman el laberinto que intercomunica toda La Barquita, con el río Ozama y con los demás sectores.

Las viviendas

Dentro de este conglomerado humano existe una sub-clasificación social. Los de mejor posición viven en casas de concreto y cinc, y más alejados de la orilla del río. Por el contrario los menos pudientes que son la mayoría, viven en casuchas de madera, cartón, cinc y hojalatas (latas de aceite y tanques partidos a la mitad), y muy cerca del agua.

Estas viviendas por lo regular no llegan a los 30 m2. Sus divisiones internas son de añejas lonas, sábanas viejas o cartón. El calor en las horas del día es insoportable, y el frió en las noches, también lo es. La seguridad es inexistente, pero eso es lo que menos importa. Ya que no hay nada de valor que puedan robar.

Pocas casuchas tienen letrinas. Las que no la tienen, hacen sus necesidades en bolsas plásticas que son lanzadas al cause del río, en las cañadas o a los montes circundantes.

Forma de vida

A pesar de la marginalidad en que viven los pobladores de La Barquita, son gente laboriosa y de trabajo. Aunque hay pocos profesionales, el analfabetismo a disminuido en los últimos años, gracias al plan Quisqueya Aprende Contigo. El chiripeo y los negocios informales son las dos formas más importantes para ganarse el sustento. El trabajo doméstico, el planchado y lavado son otra fuente de empleo.

Preparación y ventas de tripitas de cerdos, recolección de metales y plástico, el motoconchismo y echar días en construcciones, conforman parte del listado de empleos de la zona.

El futuro

“Después que las personas sean trasladas de La Barquita, al nuevo proyecto habitacional en la Javilla, de Sabana Perdida, se procederá a la recuperación de los terrenos de toda el área, e inmediatamente pasarán a manos del Ministerio de Medio Ambiente, quien lo militarizará (Destacamento de Guardias Forestales) para impedir que sean ocupados nuevamente”, expresó Emil Rodríguez.

Todas las casas y casuchas serán destruidas y recogidos todos los escombros para que desde que un decreto presidencial, en el cual se trabaja, nombre esta franja del Ozama como área protegida, se convierta en un parque urbano municipal, recreativo, ecológico, científico, acuático y pulmón productor de oxígeno, como lo es el Parque Manantial Cachón de la Rubia, con el cual será unido.

UN APUNTE

Protocolo

El Trabajo realizado por La Unidad Ejecutora para la Readecuación de La Barquita y Entornos (URBE), encabezada por su director José Miguel González, y conformada por un grupo de ingenieros, arquitectos y obreros, ha creado un protocolo de transparencia sin precedente en el ámbito de la construcción en el país. Todo tipo de información es dada mediante previas citas y han creado una página web donde se publican paso a paso todos los pormenores del complejo habitacional.

LA FRASE

“Nunca soñamos con esto. Siempre prometían sacarnos de aquí, y nunca
lo hicieron”.
Bélgica Cayo
y su esposo Elías Nicolás

El Nacional

La Voz de Todos