El 23 de junio del 2013, todavía Danilo Medina no tenía un año en el poder, cuando el dirigente peledeísta Gedeón Santos advirtió a la sociedad sobre el futuro promisorio de un presidente que acababa de estrenar un estilo que despertaba pasiones en la gente.
En ese momento se le ocurrió decir: “Este es el tiempo de Danilo” y con esa expresión nació y se activó el proyecto reeleccionista que hoy se encamina por senderos claros y seguros.
A esto siguió un ciclo de 17 charlas por diferentes provincias, de la mayoría de ellas fui testigo presencial, en la que explicaba a los dirigentes municipales del PLD la necesidad de la continuidad de Medina en el poder más allá del 2016.
También reiteraba su vocación por el sistema electoral estadounidense, dos períodos consecutivos y nunca jamás.
Sin dudas que esta postura de Gedeón fue la chispa que encendió el motor de la reelección del mandatario, que como es lógico, a partir de ese momento fue empujado por otros dirigentes del partido que entendieron la viabilidad del proyecto y la garantía de triunfo del partido morado.
La chispa que encendió el motor de la reelección fueron las conferencias de Gedeón Santos
Sin embargo, como ocurre en todo sistema democrático con intereses diversos, los proyectos tienen sus escollos y en ocasiones el camino se torno pedregoso, por lo que hay que ir paso a paso recogiendo los obstáculos.
Como si se tratara de un visionario de la política, porque no creo que sea un gurú, Gedeón parece que presentía que el PRM sacaría al expresidente Hipólito Mejía de certamen para dar paso a Luis Abinader, y que eso obligaría a una recomposición del escenario político.
Pero cada vez que giramos la bola de cristal para observar el futuro de la política vernácula, siempre aflora la figura de Danilo Medina como garantía para el mantenimiento en el poder del PLD.
Esa apreciación cobra fuerza con la elección de Abinader, quien es un ente aglutinador de la oposición y posee la tasa más baja de rechazo entre todos los aspirantes, excepto Danilo. De modo que la tesis de Gedeón cobra más fuerza ahora.
