Opinión

La colita del alacrán

La colita del alacrán

En la política dominicana siempre se vive de sorpresa en sorpresa. La primera es el mitin prematuro que hizo el ex Presidente Leonel Fernández en Santo Domingo Oeste, como si estuviéramos en una campaña electora. La otra consiste en lo dicho por el mismo ciudadano al Listín Diario en su edición del 29 de Junio pasado.

Se le atribuye haber dicho que si el Presidente Medina decide buscar la reelección, no haría nada por impedirlo, en el entendido de que siempre ha creído que un gobierno debe agotar dos períodos consecutivos para cumplir su Programa.

Sin embargo, la parte infeliz de la noticia, que fue la que debió figurar como titular, está al final con su veneno: es la colita del alacrán, pues ahí se consigna que Fernández cree en la reelección de Danilo “a partir del 2024”; es decir, justamente cuando se cumplirían ocho años—dos períodos consecutivos—si es que el ex Presidente eventualmente vuelve al Poder.

Esto ocurre porque en el país no existe la figura jurídica de la Asamblea Constituyente, a través de la cual es el pueblo soberano quien decide todo lo relacionado con su mejor destino, sea o no la reelección, como también otras cosas de envergadura que a menudo son tratadas por legisladores que llegaron a los cargos por el clientelismo que se deriva del populismo.

El mismo doctor Fernández sabe de eso, porque en su primer período de gobierno auspició lo que entonces se llamó “consultas populares”, para que todos los sectores de la sociedad analizaran y decidieran los puntos que deberían ser incluidos en una nueva Constitución, que resultó la del 2010. Los consultados a nivel nacional se decidieron mayoritariamente por la Asamblea Constituyente, pero el propio Fernández desoyó esas opiniones y dejó intacta la Asamblea Revisora, cuyos miembros son los que toman las decisiones para reformar la Constitución. Todos sabemos quién controla esa Asamblea, de modo que sin la Constituyente estaría siempre sirviéndose con la cuchara grande.

En vista de la popularidad del Presidente Medina y debido a las voces que claman por su reelección, la coyuntura podría ser aprovechada para establecer no solo la Asamblea Constituyente, sino alargar el período de gobierno de cuatro a seis años. Esto permitiría al Jefe del Estado ver terminadas las obras de envergadura que no estarán listas para el 2016, cuando termina su mandato. Pero además daría lugar a una recomposición de la Oposición, que tanta falta hace para el buen equilibrio político de la democracia.

Nosotros apostamos peso a morisqueta a que el doctor Fernández se opondrá a ambas cosas.

El Nacional

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