Opinión

La cura del Sida y el cáncer

<P>La cura del Sida y el cáncer</P>

Es tiempo ya de que la humanidad se aboque al hallazgo  de la cura tanto del Sida como del cáncer. El desarrollo de la ciencia permite ese avance.   Sin embargo, coincido totalmente con el Premio Nobel de economía Joseph Stiglitz,  cuando sugiere un gran  premio en dinero para quien descubra  la cura a las terribles  enfermedades  que matan  a millones de personas en todo el planeta.

         Es una verdad de Perogrullo la que intuye que los grandes laboratorios de investigación científica prefieren descubrir medicamentos para la disfunción eréctil, la caída del pelo y otros problemas,  antes que encontrar la cura del Sida, el cáncer, y otras horribles enfermedades.

          Y es que las descomunales ganancias que obtienen estas grandes empresas de la salud cada vez que lanzan un  producto que tiene que ver con el rejuvenecimiento, la calvicie, la belleza, ¿van esos grandes  laboratorios a dedicar recursos a la investigación para lograr la cura  de las terribles dolencias, para que  luego  no se  les garantice las  multimillonarias ganancias que les reportan otros productos?  Es evidente que no.

         No parece que constituya una preocupación de los grandes laboratorios médicos los millones de muertos de Sida en el continente africano, como tampoco les inquieta un bledo el cáncer,  pandemia criminal que se ha esparcido por todo el orbe dejando a su paso a millones de seres humanos en manos de la parca.

Responderían ellos que su negocio no es el humanismo, sino lanzar al mercado medicamentos para que la gente los compre.

          A veces se llega a pensar, y con razón, que la demora en el descubrimiento de la cura del cáncer y el Sida obedece a la puesta en práctica por parte de grupos poderosos planetarios  de un darwinismo social.

Ojalá  que esta premonición sea simple conjetura.

El Nacional

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