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La educación  busca reducir  brecha entre  niños campos y ciudades”

La educación  busca reducir  brecha entre  niños campos y ciudades”

 SANTIAGO.- El Centro de Educación para la Salud Integral, Misión Ilac, que hace 36 años fundó en este municipio el sacerdote jesuita Ernesto Travieso, con el discurrir del tiempo se ha convertido en sólido soporte para miles de   campesinos pobres  y residentes en las ciudades de la zona, gracias a programas de ayuda que abarcan las áreas de salud, agricultura y educación.

Se trata de una organización sin fines de lucro,  con características singulares, en vista de que sus ejecutivos nunca han aceptado se le incluya en el presupuesto nacional, pero que se ha ido desarrollando gracias a los acuerdos de trabajo y respaldo económico que siempre ha mantenido con voluntarios independientes y de los médicos que vienen cada dos meses a ofertar sus conocimientos de forma gratuita, a través de operativos.

Radhamés Peña, quien por muchos años se ha desempeñado como director ejecutivo del referido centro, resalta que la labor que desde allí se motoriza beneficia a los residentes en 162 comunidades del Cibao, a través de cooperadores de salud, quienes capacitan a líderes rurales en la prevención de enfermedades comunes.

Asimismo, se ha desarrollado de forma constante el programa denominado “educación básica en los campos”, cuyo objetivo es reducir la brecha existente entre los niños de las ciudades y las zonas rurales, en término del acceso a la educación básica en aquellas apartadas regiones. A esto se suma el programa de agricultura orgánica, que está integrado a los servicios de salud.

Pequeños acueductos comunitarios, ofertas gratuitas de servicio de salud y la construcción de puentes, son parte de las soluciones que ha llevado el ILAC a esos empobrecidos lugares, con cuyas obras ha logrado cambiar de manera significativa la vida de sus moradores.

La alianza con instituciones universitarias y asociaciones de voluntarios en las áreas de salud servicios han permitido promover la atención médica, enfocándose el ILAC no sólo en la prevención de enfermedades, sino también en la solución de problemas concretos de salud.

Esto ha permitido el crecimiento de la comunidad médica dominicana, al abrir un espacio de intercambio entre especialistas nacionales e internacionales, con los aportes prácticos de connotados cirujanos europeos y estadounidenses.

Entre los centros especializados internacionales con los cuales desde hace años se desarrollan los trabajos se destacan las universidades Greighton, Loyola, Georgetown, Cornell y la Sociedad Americana de Hernia.

A modo de ejemplo, Peña hace énfasis al recordar que decenas de médicos, especializados en áreas como cirugías de hernias, ojos, nariz, garganta, ortopedia y glaucoma vienen en distintas épocas del año a realizar consultas y operaciones completamente gratis, pero a personas necesitadas.

Desde hace tres años, gracias a un acuerdo con la dirección del hospital regional universitario José María Cabral y Báez, de esta ciudad, se desarrolla un programa por medio del cual el ILAC dona clavos que son utilizados entre pacientes pobres afectados por lesiones ortopédicas.

En sus instalaciones principales, cuenta con modernas salas para cirugías, en las que se realizan más de mil intervenciones cada año y donde los residentes del Cabral y Báez reciben adiestramientos que ofrecen médicos provenientes de España, Italia y Estados Unidos.

La formación técnica que la Misión ILAC ofrece permite que hombres y mujeres del campo desarrollen una vida productiva y creativa, de acuerdo a sus intereses, lo que les permite buscar el sustento suyos y de sus familias.

Dijo que el objetivo es que las personas que son beneficiadas por la institución puedan desarrollar un papel importante en la sociedad y que sirva de referente a los demás integrantes sectoriales.

El Nacional

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