BBC News Mundo.- La historia de cómo empezó la fiebre por el oro rosa tiene mucho que ver con el cobre. Este color empezó a ponerse de moda en 2012.
Según World’s Global Style Network (WGSN, en sus siglas en inglés), una empresa británica que analiza tendencias, varias joyas de ese tono empezaron a salir al mercado en ese año.
Luego, en 2013, en las pasarelas de Jimmy Choo y Roberto Cavalli mostraron accesorios de ese color.
Pero el diseñador británico Tom Dixon hizo un aporte definitivo. Sacó al mercado una colección de utensilios para el hogar como: lámparas, ollas y recipientes de color cobre. Y esto produjo una reacción particular.
“La tendencia del cobre pudo haber afectado al oro rosado, porque el cobre es muy similar, y el cobre permitió a las personas adoptar los metales”, le dijo Jane Boddy, directora de color de WGSN, a la periodista Mary-Ann Russon de la BBC.
Ya en 2015, cuando se lanzó el iPhone 6S, las cosas se salieron de control. Entre todos los teléfonos de este modelo que se vendieron en preventa, 40% eran de color oro rosado.
De hecho, según Boddy, gracias a Apple la compañía Pantone -que tiene un sistema de estandarización de color- nombró al oro rosa como el color del año en 2016, bajo el nombre de “rosa cuarzo”.
Mary-Ann Russon encontró que Panasonic hizo un estudio de mercado en mujeres alemanas, francesas y británicas entre los 20 y 29 años, que contestaron que preferían los productos de belleza de color oro rosa porque lo identificaban con feminidad, elegancia y exclusividad.
¿Cómo se detectó esta moda?
“Cuando vemos una tendencia es porque encontramos muchos ejemplos de ella y eso crea un patrón”, afirma Boddy.
¿Por qué no muere el oro rosa?
Pantone ya decidió qué colores van a marcar tendencia hasta 2020. El año pasado, escogieron el “verdoso”, mientras que entre 2018 y 2019 será el lila, para luego terminar en 2020 con el menta.
Penny Goldstone, editora digital de la revista Marie Claire, responsabiliza a los millennials de seguir contagiados por la fiebre del oro rosa, todo porque se ve bien en las fotografías de las redes sociales.
“Se trata de poder combinarlo todo. Por eso, en Instagram hay personas que publican una imagen en la que beben una copa de vino rosado mientras están sentados en una silla rosada, con un traje de baño rosa tipo vintage de los años 50”, afirma Goldstone.
