Con la adenda sometida por el Poder Ejecutivo para introducir 13 modificaciones al Proyecto de Ley de Presupuesto General del Estado, se comprueba que esa no es en ningún modo una pieza infalible, por lo que puede ser revisada y mejorada sustancialmente por el Congreso de la República.
Desde tiempos inmemoriales se incurre en la mala costumbre de que las Cámaras Legislativas sólo sirvan de sello gomígrafo al Gobierno de turno, cuando el partido oficial posee mayoría congresual, más aun si se trata del estimado de ingresos y de la ley de gastos públicos.
De poco ha servido que diferentes sectores sociales, empresariales e instituciones públicas soliciten o reclamen inclusión o modificación de partidas presupuestarias, porque para esos fines los legisladores ven por los ojos del Gobierno.
Esta vez, el Poder Ejecutivo ha pedido hacer trece modificaciones al proyecto de Presupuesto General del Estado, incluidas nuevas autorizaciones para préstamos internacionales por 130 millones de dólares, por lo que la ocasión es propicia para que diputados y senadores ausculten esa pieza de manera más exhaustiva.
El Congreso debería, por ejemplo, precisar si ese proyecto ha sido devaluado con relación al estimado de ingresos o si tiene las características de una pieza altamente deficitaria, en cuyo caso tendría que producir recortes a iniciativas oficiales que se consideren inoportunas o a gestiones de endeudamiento.
Se requiere, también, establecer garantía de equilibrio entre las partidas consignadas en esa pieza para gastos corrientes, gastos de capital y aplicaciones financieras, un tipo de relación que determina la naturaleza deficitaria del Presupuesto o su vocación de promover desarrollo.
En la adenda sometida por el Poder Ejecutivo se consignan aumentos en las partidas estipuladas a diversas instituciones, incluido Cámara de Cuentas, Pro Consumidor y Defensoría Publica, lo que indica que otras dependencias tienen posibilidades de mejorar su participación en la distribución de recursos.
El Poder Legislativo tiene la oportunidad de reivindicarse como ente independiente al revisar minuciosamente el proyecto de Presupuesto del Estado.
