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La gastronomía dominicana es punta de lanza en desarrollo turismo

La gastronomía dominicana es punta de lanza en desarrollo turismo

SANTO DOMINGO.- El desarrollo de la gastronomía dominicana se ha convertido en el impulsor local del turismo, donde los platos típicos compiten con el  menú internacional que se ofrece en los principales hoteles, restaurantes y zonas de playa del país.

Los expertos consideran que aparte de las playas, el sol y las montañas, uno de los grandes atractivos del turismo dominicano es nuestra gastronomía. El reto de hoy es poder desarrollar una agricultura sana que permita que al sector turístico lleguen alimentos de primera calidad·

El Día Mundial de la Alimentación encuentra a más de un centenar de países luchando para sobrepasar las hambrunas, mientras que en otros en vías de desarrollo, se busca tecnificar la agricultura, como forma de poder llevar alimentos seguros a la población, y en el ámbito comercial, poder competir en el desarrollo de la industria turística.

El derecho a la alimentación es un derecho humano básico. Invertir en sistemas alimentarios sostenibles y desarrollo rural significa emprender algunos de los principales desafíos globales de alimentar a la creciente población mundial.

De  129 países monitoreados por la FAO, 72 ya han logrado el objetivo de reducir a la mitad la proporción de personas que sufren hambre en 2015; en los últimos 20 años, la probabilidad de que un niño muera antes de los cinco años se ha reducido casi a la mitad, con unos 17.000 niños salvados cada día; las tasas de pobreza extrema se han reducido a la mitad desde 1990.

Cocina criolla

Uno de los grandes atractivos para el desarrollo del turismo que tiene la República Dominicana es su oferta gastronómica, la que en su origen es de ascendencia indígena y española, con grandes influencias africanas.

Pero el proceso evolutivo de la gastronomía dominicana  se enriquece cada día con nuevas influencias, entre la que cabe destacar las asiáticas y la cocola, impulsada por los inmigrantes de las Antillas Mayores.

La dieta básica de los dominicanos, de acuerdo con chefs consultados, es básicamente de arroz, víveres, tubérculos y pan. La chef  Indhira Peguero, analista gastronómica del Ministerio de Turismo, indica que entre los platos preferidos  están el sancocho prieto, con víveres diferentes y siete carnes, el chivo guisado, el pollo al caldero, el bistec encebollado y los mariscos con coco, incluyendo  el lambí, los cangrejos,  los camarones,  y el pulpo.

Sin embargo, los expertos culinarios entrevistados resaltaron que en la mesa nacional no puede faltar la llamada bandera dominicana compuesta por arroz blanco, habichuelas guisadas, ensalada verde, carne guisada  que puede ser de pollo, res o cerdo, y los  tostones o plátano frito.

En la cocina nativo, el sofrito es nuestro mayor secreto, el mismo está compuesto por cebolla, ajo, cilantro, ají, orégano, tomate bugalú y sofrito en aceite vegetal, indica.

¿Ricos y pobres comen lo mismo?

En el mundo se producen alimentos suficientes para sustentarnos a todos, sin embargo, unos 800 millones de personas padecen hambre. Es decir, una de cada nueve personas y el  60% de ellos son mujeres.

Aproximadamente el 80% de los que se considera  que viven en pobreza   extrema  en el mundo viven en zonas rurales,  y la mayoría  depende de la agricultura.

El hambre mata a más personas cada año que la malaria, la tuberculosis y el sida juntos. Alrededor del 45% de las muertes infantiles están relacionadas con la desnutrición.

El coste para la economía mundial como consecuencia de la desnutrición es el equivalente a 3,5 billones de US$ al año,  pero debido a los males hábitos alimenticios unos 1,9 mil millones de personas – más de un cuarto de la población mundial – tienen sobrepeso.

Un tercio de los alimentos producidos en todo el mundo se pierden o desperdician.  El mundo necesitará producir un 60% más de alimentos de aquí a 2050 para sustentar a una población creciente.

La FAO

Ningún otro sector es más sensible al cambio climático que la agricultura. La FAO trabaja principalmente en las zonas rurales, en 130 países., con gobiernos, sociedad civil, el sector privado y otros socios para alcanzar el

El  hambre, la pobreza y un aumento de los fenómenos metereológicos extremos relacionados con el cambio climático son otros factores importantes que contribuyen al desafío migratorio.

Los grandes desplazamientos de población hoy en día presentan desafíos complejos que exigen una acción a escala mundial. Muchos migrantes llegan a los países en desarrollo, creando tensiones donde los recursos ya son escasos.

Tres cuartas partes de las personas en situación de pobreza extrema basan sus medios de subsistencia en la agricultura u otras actividades rurales. La creación de condiciones que permitan a las poblaciones rurales, especialmente a los jóvenes, permanecer en sus hogares cuando sientan que es seguro hacerlo.

El desarrollo rural puede abordar factores que obligan a la gente a trasladarse creando oportunidades de negocio y puestos de trabajo para los jóvenes que no sólo están basados en los cultivos (como la pequeña producción lechera o avícola, el procesamiento de alimentos o las empresas de horticultura). También puede conducir a una mayor seguridad alimentaria, un mejor acceso a la protección social, una reducción de los conflictos sobre los recursos naturales y soluciones a la degradación del medio ambiente y al cambio climático.

Al invertir en el desarrollo rural, la comunidad internacional también puede aprovechar el potencial de la migración para apoyar el desarrollo y aumentar la resiliencia de las comunidades de acogida y desplazadas, sentando así las bases para una recuperación a largo plazo y un crecimiento inclusivo y sostenible.

 

Sudelka Garcia

Periodista de El Nacional Digital