Opinión

¿La hora de la escuela?

¿La hora de la escuela?

La hora de la escuela es la de mejorar la calidad y llevar al máximo la cobertura, y los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana, como los del Partido Revolucionario Dominicano, han asumido la herencia balaguerista: salario deprimido para los docentes e intervención oficial dirigida a realizar cambios cosméticos. Hoy, con el Estado visiblemente reducido, los funcionarios intervienen para favorecer a sus protegidos. ¡Y no guardan ni la forma!

Melanio Paredes ha mejorado la apariencia de la sede principal del Ministerio (el detalle del ascensor particular no es único), y ha sostenido una campaña de difusión en torno a los avances (¿avances?) en educación. Se repite la historia de una costosa campaña que no alcanza para ocultar un detalle: los responsables de articularla, financiarla y mantenerla, inscriben sus hijos y nietos en costosos centros privados.

La escuela pública es para los hijos de familias pobres, que son la mayoría, y es atendida por docentes que ganan un salario de miseria. Es la herencia de Balaguer y la situación que sostienen el empresariado y la Iglesia Católica como parte del poder permanente.

Más de 250 mil niños y niñas están fuera de las aulas, y la quinta parte de los que asisten a los centros públicos podrían dejar de hacerlo en los próximos dos años. La pobreza expulsa a miles de niños y niñas antes de concluir el Nivel Básico.

Pero Melanio Paredes interviene para cambiar a la Lengua Española, en los primeros años del Nivel Básico, la condición de asignatura por la de eje transversal. En el “cambio”, se invirtió una suma que él no informa, porque, siendo funcionario y protegido de los sectores dominantes, nada tiene que ver con el pueblo. ¡Ni en el ascensor quiere ver gente pobre!… Pero entiende que las mayorías deben confiar en él y en el indolente gobierno que lo mantiene en el Ministerio de Educación…. Ante la imposición, el remedio es rebelarse, jamás resignarse.

El Nacional

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