Opinión

La JCE y la oposición

La JCE y la oposición

En política se miden los resultados, y a veces no se aprecia cómo se llegan a ellos. En los últimos 30 años, la única vez en la que todos los principales partidos se pusieron de acuerdo en que la integración completa de la JCE sería designando a personas no vinculadas a partidos políticos, fue con el Pacto de la Democracia, luego del fraude electoral de 1994. En esa ocasión, se designó al Dr. César Estrella Sadhalá como presidente de la JCE, y las elecciones de 1996 fueron incuestionables.

Desde entonces, los partidos oficialistas, sin distinguir el color (rojos, blancos y morados), atendiendo a la mayoría que obtuvieren en el Senado, la integración de la JCE fue mediante el reparto de posiciones, manteniendo siempre control el partido que había alcanzado la mayoría. La imposición de posiciones en la JCE fue un retroceso institucional, que quedó al desnudo en el proceso electoral más cuestionado de los últimos tiempos, el del 15 de mayo de 2016.

Por tanto, la reciente designación de la nueva JCE rompió parcialmente con el esquema de la repartición de posiciones, por la presión del Bloque de Oposición y a las instituciones de la sociedad civil, empresarios y las iglesias, que exigieron un órgano electoral integrado por personas independientes e imparciales, no vinculadas a partidos políticos.

De los cinco miembros titulares, solo tres corresponden a este criterio, como los son Julio César Castaños Gúzmán, Roberto Saladín y Carmen Imbert Brugal. Los otros dos, Rosario Graciano y Henry Mejía, corresponden a la repartición del PLD y PRD, al igual que todos los suplentes. El país espera que nueva JCE sea creíble y transparente. Ese es su reto. Estaremos vigilantes.

El PRM decidió no participar en la repartición tradicional de puestos, a cambio de mantener la unidad en el Bloque de Oposición. Sin dudas, una decisión trascendental y visionaria la cual apoyo y extiendo mi reconocimiento a la dirección partidaria.

Lógicamente, este proceso no fue perfecto, y obliga también a revisar las debilidades y las fortalezas de la reciente experiencia para enfrentar con coherencia y unidad los próximos desafíos como es la integración del TSE, la CC, las vacantes en la SCJ, la reestructuración transparente de puestos claves en la JCE y la urgente reforma político electoral.

El Nacional

La Voz de Todos