Opinión

La lámpara de Diógenes

La lámpara de Diógenes

Uno se rompe la cabeza buscando un funcionario honesto. Tortuosa tarea, cual Diógenes con su lámpara, esta pesquisa.   Pero podemos encontrar a más de uno, aun en medio de ese albañal tan enrarecido. Es mejor por eliminación. Se llega más rápido  a una conclusión con el riesgo de obviar a no pocos merecedores de ser tomados en cuenta.   Hicimos la salvedad de que la indagación se limita a las entidades que dependen del Poder Ejecutivo. Y de que se hace antes del 16 de agosto.

Hicimos la misma pregunta a varios amigos en la calle y en la red: ¿Puedes citar algunos funcionarios honestos de este Gobierno?

Recibimos un montón  de respuestas, interesadas unas cuantas y la mayor parte sinceras y aparentemente justas. Nadie tuvo reparo en citar nombres  con los peores calificativos, aún cuando la consulta estaba dirigida a sacar lo que hay de aprovechable y redimible en este tercer gobierno del presidente Leonel Fernández.

Daniel Toribio, del Reservas, se llevó el mayor número de reconocimientos.

Hubo medallas para Rafael Camilo, de Aduanas; José Tomás Pérez, de Aeronáutica;  Ignacio Ditrén, de la Omsa; Roberto Cassá, del Archivo General de la Nación; Diógenes Núñez, de la Biblioteca Nacional; Frank Rodríguez, del IAD; Rubén Bichara, de Fomento Industrial. 

Los obviados se debe, posiblemente, a que  su discreción y rescato los excluye del debate, lo cual es un punto favorable.

Citar a los rechazados abrumadoramente es ahora llover sobre mojado.

Sometidos al escarnio y condenados por la sociedad,  si no  por el Presidente, tienen ya reservado un gran desprecio popular. Apuestan, indudablemente,  al olvido y el poder del dinero robado para resarcirse. Y tal vez no se equivocan, dada la experiencia.

Resulta extraño, pero nadie citó a ninguna mujer,  ni a favor ni en contra. Lo cual revela lo sacralizado del tema, por lo menos en lo referente al sexo femenino. O, probablemente, se debe al exiguo número de damas al frenre de organismos gubernamentales.

 Estamos, por lo visto, en presencia de un gobierno machista,  poco confiado en la capacidad de la mujer.

Ése no es el tema, pero los resultados de esta consulta informal conducen, inevitablemente,  a esta observación,  nada ociosa por cierto.

El Nacional

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