Opinión

La LMD se reinventa o desaparece

La LMD se reinventa o desaparece

La primera posición pública que en su dilatada carrera política de más de 50 años ininterrumpidos ocupó mi padre, el doctor Víctor Gómez Bergés, en los gobiernos del presidente Joaquín Balaguer, fue la de secretario general de la Liga Municipal Dominicana (LMD), durante cuatro años, desde 1966 hasta 1970.

Esto provoca en mí una especie de relación sentimental romántica con la referida institución, toda vez que crecí y me desarrollé escuchando durante mis años de niñez las anécdotas de mi padre sobre su desempeño en esas funciones, especialmente sus viajes al interior del país y sus relaciones con los alcaldes, regidores y gobernadores provinciales de esa época y la importancia de la municipalidad. No fue en vano que nuestro padre de la patria y fundador de la República Dominicana, don Juan Pablo Duarte Díez, desde los inicios de la gesta independentista, escribiera sobre el poder municipal y tuviera siempre la intención de desarrollar este modelo de gestión desde los días del nacimiento de nuestra nación.

Muchos años después, el doctor José Francisco Peña Gómez, además de haber sido alcalde de la Ciudad Primada de América y gracias a sus experiencias logradas en sus viajes alrededor del mundo y sus valiosas relaciones internacionales, desde su condición de líder del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), fue el principal promotor de la municipalidad dominicana, a tal punto, que a él debemos el impulso político para la aprobación de las leyes municipales que otorgan carácter de independencia administrativa y presupuestaria a los ayuntamientos del país y la asignación del 10% de los fondos del Presupuesto Nacional para las alcaldías, ejecución que aún está pendiente de materializarse en su totalidad, pero en la que se ha ido avanzando lentamente.

Juan Pablo Duarte, Peña Gómez, Juan Bosch, Joaquín Balaguer e importantes sociólogos expresaban que los ayuntamientos son las autoridades más cercanas a la gente y a sus comunidades y de ahí su importancia, porque el alcalde y el regidor en los ayuntamientos son las más accesibles autoridades con que cuentan los ciudadanos, o por lo menos así debería ser.

amentablemente, con el paso de los años, la Liga Municipal Dominicana se ha ido desvirtuando y desgastando, su imagen pública se ha visto gravemente afectada, su nombre ha sido vinculado con escándalos, cuestionamientos, contradicciones políticas, sus instalaciones han sido militarizadas con tanques de guerra y ha sido testigo de acciones cuyas imágenes aún se mantienen de manera negativa en la memoria de la sociedad, y se le ha perdido el respeto en tal magnitud, que hay quienes cuestionan la necesidad de su existencia, han promovido la creación de otras instituciones paralelas que hacen más o menos las mismas funciones para las que fue creada la LMD y los hay hasta quienes piden su desaparición.

La Liga Municipal debe ser rescatada. Su imagen pública debe ser rediseñada. Su estructura interna debe ser sometida a un amplio proceso de reingeniería y reestructuración. Sus principales objetivos deben estar concentrados en la capacitación del talento humano, no solamente a los alcaldes y directores de distritos municipales, sino a los regidores y a los vocales, para que desaparezca la práctica malsana de que las únicas noticias que aparezcan en los medios sobre las salas capitulares sean informando sobre sus decisiones de aumentar el salario de los regidores que la conforman, o escándalos de corrupción por sobornos, tráfico de influencia o extorsión y chantaje para otorgar permisos o aprobar reparaciones públicas y ni hablar de los casos de acusaciones por asesinatos entre regidores y sus suplentes o casos en los que se han visto involucrados hasta los propios alcaldes.

La Liga Municipal Dominicana está en una etapa crucial de su existencia. O se reinventa o desaparece. Si bien pudiese no desaparecer legalmente, terminaría desapareciendo de la estima, el reconocimiento y el respeto de la sociedad dominicana.

Dedico este artículo a mi buen amigo y compañero de Partido, José Leonel (Neney) Cabrera, a quien hemos propuesto formalmente en estos días para ser presentado como nuestro candidato a la secretaría general de la Liga Municipal Dominicana, con la intención de que logrando el apoyo del presidente Danilo Medina y de nuestros aliados del Partido de La Liberación Dominicana (PLD), sean reivindicadas históricamente, acciones de confrontación innecesarias de nuestras organizaciones políticas y que pueda él encabezar y dirigir esta metamorfosis tan necesaria y urgente, para construir la Liga Municipal que todos merecemos.

El Nacional

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