Opinión

La luz de Las Terrenas

La luz de Las Terrenas

Desde principios de los años 90’s y aprovechando los incentivos del Gobierno para el desarrollo del sector turístico, la compañía Luz y Fuerza se instaló en Las Terrenas como un suplidor independiente de energía. Logrando en el 2003 que el Estado le otorgada la concesión definitiva para la comercialización de electricidad en esa comunidad.

Desde entonces Las Terrenas ha permanecido aislada del sistema eléctrico interconectado, lo que le ha permitido a los suplidores servirse con la cuchara grande.

No cabe duda que cada vez más la sociedad civil se viene empoderando de vías para el reclamo de aquellas expectativas de mejora de la calidad de vida o de gestión pública, lo que es reflejo de un ejercicio democrático fortalecido.

Los reclamos de los comunitarios de Las Terrenas relacionados con la prestación del servicio eléctrico en esa comunidad, ha dejado una serie de elementos que son dignos de analizar y ponderar.

Los habitantes de Las Terrenas llevan años quejándose del alto costo que pagan por la energía, cuando en poblados cercanos como Sánchez o Samaná el costo de la energía es de apenas 11 centavos de dólar. Es decir una cuarta parte de los 45 centavos que pagan en Las Terrenas.

Ese es el origen de las protestas que devinieron en acciones violentas que causaron dos muertes a finales del año pasado, de modo que no se trata de un simple conflicto entre accionistas de una empresa.

En materia energética, Las Terrenas es una especie de isla aparte, ya que varias empresas vinculadas, generan, distribuyen y comercializan la energía.

Aunque la concesión es sólo para la distribución, los dueños de las generadoras y de la distribuidora son los mismos.

Con este modelo de negocio han ganado mucho dinero vendiendo energía a precios muy por encima del resto del mercado.

Esta situación no sólo perjudica al turismo de la zona sino también a sus habitantes, de modo que ahora que el Gobierno habla de un pacto eléctrico podría ser la oportunidad para reconsiderar no sólo el contrato con estos suplidores sino la posibilidad de que sea el Estado quien maneje la distribución de la electricidad en Las Terrenas, tal como ocurre en la mayoría de las comunidades del país.

El Nacional

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