Opinión

La maestra y el maestro

La maestra y el maestro

Se ha ido perdiendo la esencia de lo que otrora significaba la presencia del maestro y de la maestra en el aula y en la conciencia familiar y social. Este tema casi que no se aborda, pues hacen falta interlocutores válidos. Todo el mundo sabe de qué adolece un estudiante, cuáles son sus necesidades, pero ¿A quién le ha interesado saber lo que siente y piensa la o el docente: sus problemas más recónditos, tensiones, la visión sobre su protagonismo de cara al de los/ as estudiantes?.

Este momento presente parecería ser la muerte del grano para germinar en un nuevo orden que ponga las cosas en su justa dimensión, pero mientras esto ocurre, y no sabemos el tiempo que tardará, algunas iniciativas pueden ir adelantándose.

¿Por qué no hacer investigaciones a fondo para indagar sobre la realidad social emocional, cultural, económica, y las expectativas y temores de esas mujeres y esos hombres de las aulas, dentro del sistema? Como visualizan el cambio de paradigma que arrastra con valores fundamentales y con la autoridad misma del docente. Debería ser el Sindicato (A D P) quien haga esta investigación, pero como de este mecanismo no ha salido, bien pudiera una institución privada llevarse ese lauro.

Varios sectores, incluidos los medios de comunicación, se lanzan como cuervos sobre el magisterio nacional, cuando asoma el estallido de una protesta de orden reivindicativo. Y suelen enrostrarle su nivel salarial (parece que quieren verle con el salario de los años 70) considerándolo muy alto, y se olvidan de que el dinero no lo es todo.

Por ignorar la realidad, suelen ser superficiales y ligeros en sus análisis, llegando, incluso, al insulto: vagos, haraganes, brutos, deficientes.

También se les enrostra toda la culpa del bajo índice que a nivel internacional presenta el país en materia educativa. ¡ Mas no es así!

El Nacional

La Voz de Todos