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La mayoría de los estados de EEUU renuncia a la pena capital

La mayoría de los estados de EEUU renuncia a la pena capital

WASHINGTON, 18 Dic 2012 (AFP) – La mayoría de estados estadounidenses renunció a la pena capital en 2012, bien en sus leyes o en los hechos, y prefirieron optar por la cadena perpetua ante un número creciente de condenados a muerte indultados, según un estudio publicado este martes.

 Sólo nueve de los 50 estados del país ejecutaron a uno o varios condenados a la pena capital en 2012, la cifra más baja en los últimos 20 años, lo que parece confirmar una tendencia a la baja en la utilización del máximo castigo en el país.

El número de nuevas condenas a muerte (78 este año, con 43 ejecutados) se encuentra igualmente en declive y representó en 2012 una cuarta parte de las que se registraron en 1996, el más elevado de los últimos años con 315 condenados, subraya el informe del Centro de Información sobre la Pena de Muerte.

Tres cuartas parte de las ejecuciones tuvieron lugar únicamente en cuatro estados del sur: Texas, Oklahoma, Mississippi y Arizona, firmes partidarios de la pena capital. Además, el 65% de las nuevas condenas fueron emitidas en Texas, California, Florida o en Alabama.

“La pena capital está convirtiéndose en algo marginal en la mayor parte del país”, destacó Richard Dieter, director del centro y autor del informe.

“En 2012, menos estados han condenado a muerte, han ejecutado menos, y las condenas y ejecuciones se han concentrado en un pequeño número de estados”, añadió.

   Este año, Connecticut se convirtió en el 17° estado en abolir la pena de muerte. En total, 29 estados la han abolido o no han ejecutado a ningún preso desde hace al menos cinco años.

El número de condenas disminuyó igualmente, situándose en 78 este año, contra las 315 de 1996.

Incluso los estados más marcados por la pena capital como Virginia (este), el segundo en número total de ejecuciones sólo por detrás de Texas (sur), o las dos Carolinas (sureste), no condenaron a muerte ni ejecutaron a detenidos en 2012.

Además, ninguna ejecución tuvo lugar este año en Alabama, Georgia, Luisiana o Missouri, cuatro estados muy conservadores donde la mayoría de la población apoya la pena de muerte.

Por su parte, Texas, que realizó 15 ejecuciones de presos, sólo declaró nueve sentencias de muerte, lo que supone un descenso en este estado sureño que ostenta el récord de ejecuciones del país.

“Hubo un tiempo en el que Texas dictaba 40 condenas a muerte por año”, precisó Richard Dieter. “Este descenso notable tendrá evidentes consecuencias sobre la cantidad de ejecuciones en el futuro”, añadió.

Los jurados dudan en optar por la muerte

“El fenómeno (de la pena capital) está cada vez más marginalizado, es cada vez más infrecuente en el país”, aseguró Dieter, al tiempo que anunció que Maryland (este) podría convertirse en el 18° estado en abolir la pena capital “en uno o dos meses”.

“Hay signos de cambio”, añadió citando el ejemplo de California (oeste), que no  realiza ejecuciones desde hace siete años y estuvo a punto de abolir la pena de capital durante un referéndum en noviembre (48% de votos a favor). Por otra parte, casi la mitad de los estados (23) no han ejecutado a un condenado desde hace diez años.

“Por todo el país, los jurados dudan en imponer la pena de muerte puesto que podrían aparecer nuevas pruebas, la ciencia podría hacer revelaciones cinco o diez años más tarde”, explicó Dieter.

Un nuevo condenado a muerte fue liberado este año en Luisiana: Damon Thibodeaux, de 38 años (de los cuales 15 en prisión), y se convirtió en el 141° preso en el corredor de la muerte indultado.

Del otro lado, en Texas, la inocencia de Carlos DeLuna, ejecutado en 1989, fue probada este año, por lo que la familia de Cameron Willingham reclamó que se le concediera el indulto a título póstumo a este hombre ejecutado en 2004 por el asesinato de sus tres hijos en un incendio que acabó probándose como accidental.

En otro sentido, diez detenidos ejecutados o que deberían haberlo sido en 2012 presentaban problemas mentales.

La perpetuidad sin posibilidad de liberación está disponible en casi todos los Estados, “es una alternativa a la pena capital” que los jurados tienen cada vez más tendencia a escoger y “la cuestión de la inocencia continúa arrinconando a la pena de muerte” en el país, indicó.

El Nacional

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