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La niña que ya no puede ser operada

La niña que ya no puede ser operada

El guardián Eury Alcántara, de 25 años, y su esposa, la ama de casa Gloria Vásquez, de 23, han vivido una odisea desde hace casi tres años cuando nació el segundo de sus tres hijos, Leurianny, una tierna niña que se ha aferrado a la vida pese a que tuvo pronósticos de muerte desde su nacimiento por los problemas cardíacos y pulmonares que padece. Pero el último diagnóstico es definitivo, su defecto cardíaco e hipertensión pulmonar ya son inoperables.

Leurianny ha pasado la mayor parte de su vida interna. A diario la familia le ruega a Dios por un día más de vida para la pequeña de cautivadores ojos negros y se empeña dentro de sus precarias condiciones económicas en hacerla feliz.

El 13 de agosto Leurianny cumple su tercer año y le ha insistido a su madre que le haga una fiesta de cumpleaños, con globos y bizcocho. La familia nunca le ha podido celebrar ningún cumpleaños a sus hijos porque los siete mil pesos que gana el padre no alcanzan siquiera para comprar los cinco mil pesos mensuales de medicamentos que requiere Leurianny.

“Me gustaría darle su último… o no su último porque yo tengo esperanzas… pero me gustaría cumplirle ese sueño, darle esa alegría. Y yo poder tener una foto grande de ella en mi casa. Le estoy pidiendo a Dios que me la deje un buen rato, porque ella a mi no me pesa…”, dijo entre lágrimas la madre.

Quien desee colaborar con la familia puede depositar su contribución a la cuenta 771707882 del Banco Popular a nombre del padre, o contactar a la pareja a los números (829) 381-3982 / (809) 828-0718.

Por largos meses hubo la esperanza de que la operaran en el Centro de Diagnóstico, Medicina Avanzada y Telemedicina (Cedimat), pero sus jornadas médicas gratuitas nunca coincidían con la salud de la pequeña. Cuando los especialistas del extranjero venían la niña tenía gripe o estaba interna. Y, para mal de males, el día que la iban a operar, mientras le practicaban estudios en Cedimat, la pequeña sufrió una crisis que casi le cuesta la vida y agravó su condición.

La jefa de Cardiología Pediátrica de Cedimat, doctora Janet Toribio, explicó: “Definitivamente la niña no es operable, debido a tan alta la presión en los pulmones que simplemente en la inducción anestésica podría fallecer. Añadió que en el mundo no hay ninguna tecnología, por más avanzada que sea.