Opinión

La propaganda

La propaganda

Orlando Gómez Torres

El tema de la migración haitiana ha sido políticamente cargado desde hace décadas, pero el advenimiento de las redes sociales y con ellas el aluvión de noticias falsas, han creado un ambiente social tenso que pudiera escaparse de control. Las autoridades deben iniciar un diálogo abierto con la ciudadanía y brindar claridad para calmar los ánimos y despolitizar un tema hasta ahora secuestrado por los seudopatriotas que buscan aprovecharse de los temores de la gente.

Lo ocurrido en Pedernales durante los últimos días es grave, lo peor es que esta no ha sido la primera vez en nuestro país donde comunidades completas se vuelcan contra todo un grupo de personas por su nacionalidad, y de no hacerse algo, seguramente no será la última.

Contrario a ocasiones anteriores donde la narrativa era filtrada por los medios aplicando una visión más razonable y apropiada de las situaciones, hoy el internet y en particular las redes sociales son una de las principales fuentes de información del ciudadano común, y estas son una plataforma donde todos los mensajes se presentan en igualdad de condiciones indistintamente de su veracidad.

El que se toma 5 minutos para navegar el contenido dominicano en el internet se encontrará con una exuberante cantidad de mensajes, videos, audios e imágenes xenofóbicas en contra de los haitianos, muchas incitando o directamente llamando a la violencia en perjuicio de los inmigrantes ilegales.

Los estilos de los mensajes, la forma y su cantidad traen recuerdos al contenido americano antes de las elecciones y al contenido británico antes de Brexit, altamente cargado, divisionista, agresivo y más importante aún, plagado de falsedades y exageraciones con la expresa intención de ofuscar la verdad.
Por el momento no está claro el cómo hacer frente a este tipo de narrativa y a este estilo de comunicación, lo que sí es que permanecer en silencio claramente no es la solución, como tampoco lo serán acciones impulsivas a quejas del momento. Debemos recordar que esto impacta la estrategia del Estado en cosas tan elementales como su política exterior, turismo y clima de inversión.

El gobierno debe hablar claramente a la población y empezar a arrojar luz sobre un tema plagado de mentiras y exageraciones, para tener un punto de partida objetivo sobre el cual abordar el asunto.

La inmigración que está incidiendo en la República Dominicana deriva de un drama humanitario afectando a varios de los países que nos rodean, y esto es algo que no debe ser ignorado por el Gobierno y debe quedar bien claro en la ciudadanía. El primer paso es hablar, para que los dominicanos aprendamos a diferenciar los hechos de la propaganda y se pueda empezar a reducir los niveles de histeria actual.

El Nacional

La Voz de Todos