Opinión

La salud pública

La salud pública

La lamentable ocurrencia detectada en nuestro hospital Robert Reid Cabral que acaba de conmover el país reportando el fin de semana pasada la muerte de 11 niños, a nosotros no nos ha sorprendido en lo absoluto. Basta recordar reportes que venimos viendo en la prensa hace tiempo denunciándose allí carencias no solo de espacios y camas, quejas de los familiares por el servicio que ofrecían, falta de equipos, deudas acumuladas de ochenta millones de pesos, falta de insumos y otros.

Recordamos que en septiembre se logro una subvención de siete millones de pesos, pero aquello no alcanzo para nada ya que Promese automáticamente descontó tres millones de pesos.

Posteriormente recordamos que con la intervención de la señora vicepresidente doña Margarita Cedeño de Fernández para que el superior gobierno interviniera en favor del panorama que allí se presentaba aspirando diez y ocho millones de pesos de presupuesto para reparar y comprar nuevos equipos, nuevo edificio para los quemados y resolver el problema de aquella vieja estructura con heredadas dolencias igual que otros centros hospitalarios que han venido demandando profundidad de atenciones especiales, ya que no es un secreto para nadie la importancia cardinal que en todo país demanda especialmente, lo que se refiere a la educación de calidad, la salud con tantos pobres siempre en necesidades urgentes, la vivienda y el empleo, que son urgencias de primera atención para todo país evitar desenlaces como el que ahora ha tenido que enfrentar el superior gobierno.

La última decisión que acaba de tomar el gobierno, precipitada como era de esperarse, ha traído reacciones diversas, pero no dudamos que la prisa con que manejo dichos cambios el señor presidente, fue constancia de que despertó consciente de su compromiso relevando al ministro de salud pública a la sazón Freddy Hidalgo, sustituyendo a Rosa Nieves Paulino la encargada del hospital y designando a doña Altagracia Guzmán Marcelino experimentada dama y al director del centro de salud Jose Miguel Herrera.

Creemos oportuno rogar con el corazón en las manos, que el importante sector médico de nuestro país ponga de su parte a profundidad el alto sentido humano que lo distingue en todo sociedad de cualquier pueblo junto al sector publico que gobierna, a nuestra clase política y empresarial y sectores organizados, se reúnan y aúnen la mayor voluntad de cada uno para ayudar a enfrentar esta terrible realidad que también nos acecha en nuestro amado pueblo, como es la salud pública con tantos pobres necesitados.

El Nacional

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