Hay que establecer la diferencia que existe en el método de selección de los jueces a designar en la Suprema Corte de Justicia y los magistrados que conformarán los Tribunales Constitucional y Superior Electoral, éstos dos últimos están fuera del ámbito de la Carrera Judicial.
La ley prescribe que el 75% de los magistrados del más alto tribunal del país deben ser escogidos de los que pertenecen a la Carrera Judicial y el otro restante de inveterados abogados con vocación de servicio para administrar justicia.
En el año 1997, el Consejo Nacional de la Magistratura bajo la presidencia de Leonel Fernández e integrado, entre otros, por el licenciado Néstor Contín Aybar a la sazón presidente de la Suprema Corte de Justicia, la ex senadora Milagros Ortiz Bosch y ex juez licenciado Amadeo Julián. La evaluación de los aspirantes al órgano jurisdiccional supremo se limitó a dos o tres preguntas rutinarias.
Las entrevistas a los abogados que deseaban ser jueces de la Suprema, fueron innecesarias. Se conocía en los corrillos políticos de la existencia de un pacto entre el PLD, el PRD y el PRSC, contentivo de los nombres que integrarían el tribunal. Recientemente, el doctor Luciano Pichardo, primer vicepresidente de esa instancia judicial, que le debe el cargo al finado líder perredeísta, doctor José Francisco Peña Gómez.
Partiendo de esta premisa, insistimos que los magistrados formarán parte de un tren judicial, en las distintas jurisdicciones creadas en la nueva Constitución de la República, serán frutos de acuerdos políticos entre las principales fuerzas que se mueven en las esferas del poder.
Tras bastidores, se afirma que los dirigentes perredeístas doctores Milton Rey Guevara y Marino Mendoza, tienen la recomendación del PRD para ocupar posiciones de magistrados, el primero en el Tribunal Constitucional, y el segundo en el Tribunal Superior Electoral. Un importante dirigente del PRD, licenciado Eduardo Jorge Prats, habría declinado como juez del TC.
Aunque el doctor Jorge Subero Isa llegó a la presidencia de la Suprema Corte de Justicia no sólo por sus méritos profesionales, sino también porque tuvo la bendición determinante del PRCS. Su labor es digna de encomio y merece seguir en el puesto y sería ser mezquino no reconocer que la administración de justicia tiene hoy otra cara.
Entre los jueces actuales que deben ser valorados para ascender a la Suprema Corte, se encuentran los doctores Ramón Horacio González Pérez, Miriam Germán, Olga Herrera Carbuccia, Rafael Ciprián, Josefina Disla y los abogados José Pérez Gómez, Gustavo Biaggi, Jorge Luís Polanco y Luís Pereyra.
