Opinión

La Tierra la llama

La Tierra la llama

Quiero aprovechar este artículo para reiterar lo que ha sido una inquietud de este servidor cuando nos acercamos al centenario del nacimiento de la ilustre compatriota María Montez.

¿De qué se trata? Muy sencillo, muy deseado, muy justo y muy apropiado: que traigamos al país los restos de la notable barahonera, la dominicana que ha llegado más lejos en le plano internacional.

Esta preocupación de quien escribe ha sido externada en varias oportunidades, pero propicio es reiterarlo en vista de que los dominicanos lo dejamos todo para última hora.

Por lo tanto, hoy quiero reiterar que los restos mortales de nuestra querida María Montez, la gran embajadora dominicana del “Mapamundi” sean exhumados y enterrados en su querida Barahona, tierra, como de toda la tierra nacional, de la que se sentía, y así lo expresó y  materializó varias veces, profunda y sinceramente orgullosa.

María Montez, que ya ustedes saben que se llamaba María África Gracia Vidal, hija de un español aplatanado y de una barahonera cien por ciento, nació el 6 de junio de 1912, en Barahona.

¡Qué lejos llegó esta hermana de Casandra Damirón!

María Montez, que estuvo casada con el distinguido actor francés Jean Pierre Aumont y fue madre de la ida a destiempo Tina Aumont Montez (llegó a ser esposa del actor y director francés Christian Marquan) murió en París el 7 de septiembre de 1951, cuando todavía no había cumplido los 40 años de edad.

Fue enterrada en “Cimetiere du Montparnasse”, en París, la ilustre capital de Francia, tras sufrir una intensa baja de presión que le provocó ahogarse en el agua ardiente de su bañera favorita.

María Montez triunfó ampliamente en el difícil mundo de Hollywood, en época tan difícil, excluyente, raceista, discriminadora y limitada como la década de los años 40.

Eso no impidió que su belleza, su personalidad y su talento la convirtieran en “La Reina del Technicolor”, la única dominicana de pura cepa que ha triunfado en esos lares, y una de las latinoamericanas que lo han logrado.

La doctora Margarita Vicens, ilustre biógrafa de María Montez, apoya la idea de este servidor de que los restos de la actriz sean repatriados a su ciudad natal con motivo, el 6 de junio de 2012, del centenario de su nacimiento.

Ojalá que el gobierno, en coordinación con la familia, se anime.

El Nacional

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