Opinión

La voluntad popular PRD

La voluntad popular PRD

Voté por Guido Gómez Mazara para secretario general y por Tony Peña para secretario de organización del PRD.  La conciencia cívica invita al sufragio.  Pero cuando termina la votación, cuando nos hemos marchado, entra en acción una fuerza poderosa. Y en un abrir y cerrar de ojos, el que ganó perdió,  y el que perdió ganó.  Es la negación del proceso electoral, es el fraude de  los que se consideran con fuerza y poder para alzarse con el santo y la limosna creyendo que  “acta mata voto”, que el pataleo durará poco.  Y echarán en una fosa la voluntad  popular.  Mi voto, y el de muchos como yo, no sirvió para nada.  

  El fraude estaba montado desde el momento en que todos los miembros de la Comisión organizadora pertenecían a la cuadra del presidente  del PRD. 

  Guido y Tony ganaron las elecciones. No es cierto que Guido haya obtenido un 40%. Su votación sobrepasó el 50%, al igual que Tony, lo que constituye una derrota de consecuencias incalculables para quienes aseguran tener el 99.9 de la militancia del PRD. Aún en el hipotético caso de que Guido obtuviera el 40% de los votos, significa una derrota para el PRD.   Lógica elemental.  ¿Cómo puede ser líder de un partido quien convoca al Comité Ejecutivo  y tiene que sacar de un plumazo a casi mil de sus miembros para hacer mayoría?  El triunfo de Guido y el de Tony, ¿no ponen en entredicho ese liderazgo que aparece en encuestas caseras realizadas por empleados? ¿A que le atribuirán la baja votación en la convención? Un partido con un millón 200 mil militantes y un padrón abierto superior a los cinco millones de personas, ¿y no votaron ni 300 mil personas?   Los líderes no les escamotean la voluntad a los pueblos. La voluntad de la gente, cuando se expresa democráticamente es sagrada para los líderes. Eso fue lo que enseñó el líder de verdad, José Francisco Peña Gómez. El perdedor fue Miguel Vargas Maldonado.  Lo advertí hace mucho: Guido Gómez Mazara asumió un reto calculado. Sabía que ganaba de cualquier modo, incluso perdiendo. Los resultados del proceso de convención me dan la razón. De igual modo, dije hace mucho que  Miguel Vargas cometió un error sacrificando la estrategia por la táctica, que se creó un problema innecesario al tomar casi por la fuerza al PRD, un partido muy difícil de controlar y de manejar.  Ya comienza a pagar el precio de su error. Y todavía no es nada… Lo mucho, dice la gente, hasta Dios lo ve…

El Nacional

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