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La XVII Muestra de Cine crea un público exigente

La XVII  Muestra de Cine  crea un público exigente

 

La XVII Muestra Internacional de Cine de Santo Domingo ha honrado, como lo merece, a su fundador, el crítico y cuentista Arturo Rodríguez Férnández, al presentar una cartelera con 60 películas de altísima calidad, la mayor parte de ellas premiadas en festivales internacionales y nominadas a premios de prestigio como el Oscar, Cannes, Guadalajara y la Berlinae, para sólo citar algunos ejemplos.

La Muestra, producto de la consistencia y el seguimiento que han dado Lidia Bastos, Félix Manuel Lora y Héctor Moronta a la propuesta de Rodrírguez Fernandez. El apoyo de Mazola, como patrocinador principal ha garantizado la realización del evento en las mejores condiciones posibles.

La Muestra termina este sábado proximo, tras muchas proyecciones que han demostrado que existe un público exigente y con criterio para juzgar el cine de alta calidad, condición a la que han contribuido otros festivales, como el de Fine Arts, el Festival Global de Cine Dominicano (de Funglode), el trabajo persistente que se hace desde la Cinemateca Dominicana (con Fiora Cruz y su equipo), los festivales medioambientales, de cortos y de documentales.

La muestra ha estado dedicada a Francia.

Lo mejor

Fuerza Mayor, una producción sueca, dirigida por Rubén Ostlund, que enfoca un conflicto familiar de deslealtad, ha sido una de las cintas más buscadas y elogiadas.

Ixcanul (Jairo Bustamante, Guatemala) ha sorprendido por lo inusual de su planteamiento social, sobre el discrimen con los indígenas mayas y su realización de altísima e insual estética.

Gett, el divorcio de Vivianne Ansalem (Ronit Shlomi Elkabaets. Israel) Nominada al Oscar como Película Extranjera por Israel) ofrece una muestra ideal de cómo hacer cine de calidad puede limitarse a una sola locación y con un buen guión y 13 actuaciones sobresalientes, mantener la gente pegada a sus asientos.

La Isla Mínima (Alberto Rodríguez, España. 10 Premiso Goya y 17 nominacines). Un triller policial ambientado en los años 80 de gran implicación dramática y socio-política.

El lenguaje del Corazón (Jean-Pierre Amériz, Francia, película de apertura). Francia, en tanto país invitado, ofreció una muestra de cine impecable, marcado por una sensibilidad singular y trascendencia temática. Una trama que, sin ser lagrimógena, marca el alma.

El Patrón (Sebastián Schindel. Argentina) Un caso real de esclavitud, y la actitud previsible de la justicia frente a lo que parecía un asesinato alevoso, es presentado con la fuerza de un drama para no ser olvidado nunca. Actuaciones limpias, intensas y desgarrantes.

La Batalla de Solferino (Justine Triet, Francia). Un modelo de producción que vincula lo cotidiano, el conflicto de pareja con la pasión francesa por los políticos en competencia electoral. Bien realizada es una prueba de la consistencia del cine del país invitado.

Bestia de Cardo

Opera prima de la actriz, cuentista y directora dominicana Virginia Sánchez Navarro, fue la gran sorpresa como cine criollo, al dotar de alas imaginativas en base a un cuento de su creadora, con la vida de Moira y que relata la vida en el pueblo de Cardo, con la creación de personajes fantásticos, juego con lo sub-real, énfasis en lo simbólico y un manejo técnico consistente.

Sobresale la gerencia actoral de figuras como Cheddy García, Karina Noble, Sarah Jorge, Héctor Then. Una prueba de que no es posible seguir englobando el cine dominicano en un sólo género (la comedia) y que existe talento suficiente para conquistar otros mercado en base a calidad sin actitudes de conmiseración de jurados de festivales.

La película se estrena hoy en los cines del país distribuida por Producciones Coral-Palacio del Cine.

El Nacional

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