Opinión

Lágrimas de cocodrilo

Lágrimas de cocodrilo

El cocodrilo “llora” cuando sale del agua debido a que sus ojos necesitan estar siempre húmedos, no porque esas lágrimas alberguen algún tipo de sentimiento, pues se trata únicamente de un proceso biológico acorde a su naturaleza.

Los humanos hemos adoptado el término lágrimas de cocodrilo para referirnos a las acciones hipócritas de nuestros semejantes. Desde el punto de vista filosófico me atrevería a decir que si la competitividad es un rasgo de nuestro tiempo, la hipocresía debe estar a la orden del día.

Sin embargo, donde más se nota es en la política, y la muerte del líder de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz, ha sacado a flote más de un discurso hipócrita, casi todos los que escriben artículos, ejercen la política u otra actividad ligada a los medios de comunicación han manifestado su pesar, no sin antes identificarse con el pensamiento socialista de Fidel.

¡Vaya hipocresía! La mayoría adopta poses de moda, porque su comportamiento personal y político está a leguas del de Castro; muchos de ellos se han enriquecido con el dinero del pueblo a través de prácticas gubernamentales corruptas, mientras otros han servido de padrinos, y en ocasiones hasta defensores públicos de conductas similares.

Deben entender que no podemos ejercer varios papeles en la vida, como de hecho hacemos, y ser a la vez auténticos como personas. Somos hijos, padres, enseñamos y aprendemos, somos amigos y enemigos, no podemos ser todo al mismo tiempo.
No podemos ser corruptos y admirar a los revolucionarios, no podemos proteger a los ladrones o mendigar dádivas y luego vendernos como hombres de bien y preocupados por una mejor sociedad.

A ellos encaja bien el personaje del mejor hipócrita, porque no basta embarrar cuartillas resaltando a Fidel, si al momento actuamos de manera contraria, porque la principal característica de este tipo de persona es que siempre va contra sí mismo, porque se muestra como lo que no es, como dije. Se oculta ante los demás detrás de una máscara, pero lo peor es que también se ocultan ante sí mismos.

Esto puede ser entendido como una lucha personal. Pero no hay lucha personal que no tenga un trasfondo social, que es el marco en el que se desenvuelven los seres humanos.

El Nacional

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