Los colores han hecho que definitivamente las camas sean más divertidas.
De tonalidades tradicionales como el blanco, verde pálido, azul claro y amarillos, que eran las que se llevaban antes, han evolucionado a colores que resaltan ese mueble tan importante de la casa.
Abundan en el mercado sábanas estampadas a cuadros, llenas de alegres flores, en colores tan resaltantes como el verde eléctrico, o el azul intenso, y con los dibujos o figuras que prefieras.
Esto provoca que puedas adaptar tu cama a tonos y dibujos de temporada y que se vea más llamativo este importante espacio dedicado al descanso.
Puedes iniciar un día que creas que será triste, en hermosas sábanas en colores neón, con paletas diferentes que sean las encargadas de darte los buenos días, y revitalizar las camas de tus niños con sábanas de sus superhéroes o muñequitos favoritos.
Llenar tu dormitorio de un ambiente tropical puede iniciarse con sábanas en este tenor, en colores azules combinados con estampados.
Las flores son hoy día una de las mejores fuentes de color para las sábanas con las que se pueden crear diseños elegantes y señoriales.
Los cuadros y los tonos oscuros son los preferidos por muchos hombres solteros de hoy que revolucionan su habitación.
¿Qué pasa con las rojas y las negras?
Se ven hermosas también las sábanas rojas y negras que han llenado una temporada, pero de las que se dicen muchas cosas negativas para la salud.
Se ha publicado en repetidas ocasiones que investigadores de la Universidad de Florida en USA y de la Unión College en Lincoln realizaron un estudio sobre estos tonos en la cama y los resultados son sorprendentes.
Los científicos descubrieron que los insectos tienen preferencia por determinados colores para anidar y propagarse: y estos son curiosamente el negro y el rojo.
También una investigación publicada en la revista “Journal of Medical Entomology” da cuenta de que las chinches tienen sus preferencias a la hora de buscar escondite.
Según sus conclusiones adoran las sábanas rojas y negras, mientras que evitan las que son amarillas y verdes.
“Se pensaba que las chinches irían a cualquier lugar para buscar refugio, pero los experimentos que hemos hecho muestran que prefirieron esconderse en ciertos lugares en función del color que tienen”, explica Corraine McNeill, una de las autoras del estudio e investigadora en la Universidad de Florida.
