Los procesos migratorios son inherentes a la raza humana y a muchas otras especies. Dichos procesos nacen del instinto de conservación de la raza más que del individuo, y se deben siempre a una evaluación comparativa del entorno donde se vive en cuanto a los recursos y posibilidades de mejorías
Al respecto, ell Banco Mundial preparó un informe en el que se afirma que las deportaciones de migrantes han aumentado en los últimos meses en todo el mundo.
En torno a Estados Unidos, que es la nación que más personas repatria cada año, solamente durante la gestión de Barack Obama ha enviado a sus países de origen a 2 millones de latinos.
Una cifra sin precedentes históricos en comparación con gobiernos anteriores. De acuerdo a ese informe, el año 2012 alcanzó la mayor cifra en la historia de Estados Unidos: casi 410.000 personas fueron deportadas, sobre todo a México, El Salvador, Guatemala, República Dominicana y Haití. En cuanto a los niños y niñas menores, el número de deportados está aumentando.
Sobre el mismo tema, un informe de Eurostat revela que entre los 28 países de la Unión Europea -no todos son miembros del Espacio Schengen- se habrían deportado unas 206 mil personas durante el pasado año.
En los tres últimos años la administración de Estados Unidos ha roto récords sucesivos y la cifra supera los 1.1 millones de deportados. El gobierno asegura que la mayoría tenía antecedentes, pero activistas por los derechos de los inmigrantes niegan la versión.
Contrario a los pedidos de decenas de grupos que defienden los derechos de los inmigrantes para que el gobierno federal detenga las deportaciones, las repatriaciones de latinos promedian las 200 mil por año.
Estos datos revelan que República Dominicana, teniendo una de las economías más débil del mundo y manifestando su disposición de acoger casi 200 mil haitianos en su territorio es una nación extremadamente solidaria.
Ningún otro país del mundo ha hecho ni haría lo que hacemos los dominicanos por nuestros vecinos, pero la realidad es que son unos malagradecidos.
