Economía

Las empresas españolas toman medidas al verse desamparadas ante la crisis

Las empresas españolas toman medidas al verse desamparadas ante la crisis

MADRID, 26 Jul 2012 (AFP) – Telefónica cancela sus dividendos, Mango baja fuertemente sus precios, Santander sacrifica su beneficio para hacer provisiones de capital: son decisiones adoptadas por grandes empresas españolas que se ven desamparadas ante una crisis que parece agravarse.

El primer anuncio cayó el miércoles por la tarde, sorprendiendo al mercado. El gigante de las telecomunicaciones, Telefónica, canceló hasta 2013 el pago de dividendos a sus accionistas y redujo un 30% el sueldo de sus directivos.

“En un entorno actual de altos riesgos” fue necesario “tomar medidas para proteger al grupo”, justificó.

La Bolsa de Madrid no recibió bien el anuncio y sus acciones cayeron un 8%.

Sin embargo, “Telefónica coge el toro por los cuernos”, se felicitó el diario económico Expansión.

Telefónica se convirtió “en la primera gran compañía española que suspende el dividendo y que acomete un drástico recorte a los sueldos de los directivos de los consejos, en una demostración de liderazgo que marca el camino a otras empresas españolas, también afectadas por un entorno económico y financiero muy adverso”, consideró.

“En nuestra opinión, si bien es cierto que perjudica la credibilidad de la compañía de cara al accionista, estas medidas le permiten ahorrar como máximo aproximadamente 10.200 millones de euros en los próximos dos años”, sostuvieron por su parte los analistas de Bankinter.

   “En las condiciones actuales del mercado es una decisión acertada”, aprobó también la firma de corretaje Renta4.

En un país en recesión y bajo la amenaza de un rescate global, con uno de cada cuatro trabajadores sin empleo y el consumo en mínimos, las empresas tienen que reaccionar.

 “Hay algunas empresas, como Santander o BBVA, que están teniendo un castigo por el riesgo país, por el mero hecho de ser españolas, lo que seguramente no sea demasiado justo”, sostiene Daniel Pingarrón, analista de la casa IG Markets.

Pero según el analista también tienen cosas qué reprocharse.

“La mayoría de las empresas españolas están muy endeudadas, de hecho la deuda de las empresas del Ibex es superior a su capitalización bursátil”, afirma.

“Lo que deben es mayor que lo que valen en Bolsa”, precisa. Y también “los bancos están en una situación de debilidad muy importante”, agrega.

No sorprende que sean estos últimos, debilitados por el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008 los que más sufren.

Bajo la presión de las autoridades, los bancos efectúan importantes provisiones, sacrificando los suculentos beneficios de antes.

El líder del sector bancario, el Santander dio a conocer el jueves un beneficio neto trimestral con una caída del 93% a 100 millones de euros, tras unos 3.000 millones de provisiones para cubrir “el riesgo inmobiliario en España”.

¿Qué hacer ante una crisis que se eterniza? Muchas empresas españolas optaron por huir, reduciendo la exposición a su país de origen.

Es el caso del gigante energético Iberdrola, que se congratulaba el miércoles de que la “actividad internacional (sea) motor de los resultados del grupo”. Su división fuera de España aporta ya más de los tres cuartos de su beneficio.

Varias de las empresas de energías renovables, castigadas con la privación de las ayudas públicas, buscan resarcirse en el extranjero y el sector de la construcción realiza la misma apuesta.

Esta política “es absolutamente acertada”, destaca Pingarrón. Para “las constructoras especialmente, porque claro aquí, después del estallido de la burbuja, no van a tener grandes oportunidades, eso es evidente”, vaticina.

En general, “todas las compañías están intentando internacionalizarse y sobre todo están intentando conectar con mercados emergentes, en Sudamérica principalmente”, según el analista.

Las que no pueden hacerlo, lo pagan caro. La división inmobiliaria del grupo constructor Acciona, de gran presencia en España, vio cómo su beneficio semestral se hundía un 50,3%.

Algunas empresas eligieron un acercamiento más pragmático: la marca textil Mango redujo en marzo sus precios un 20% para “adaptarse a la nueve situación económica”. Ejemplo que siguieron en junio los grandes almacenes El Corte Inglés, que bajó un 20%, los precios de 5.000 de sus productos.

El Nacional

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