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Las escaramuzas independentistas

Las escaramuzas independentistas

 

En la Fuente del Rodeo, el 11 de marzo de 1844, los patriotas dominicanos reciben su bautismo de fuego, cuando el coronel Fernando Tabera enfrenta a un grueso contingente haitiano comandado por el coronel Auguste Brouard, asistido por Vicente Noble y Dionisio Reyes, entre otros. Brouard hiere a Tabera en el lance.

Al siguiente día, 12 de marzo, reabastecido de refuerzos, Brouard libra el encuentro de Cabeza de las Marías, poniendo en fuga a los patriotas.

Seis días después, fue agorero y triste para las armas patriotas, que fueron repelidas por Charles Hérard, cuando los nuestros eran comandados por el coronel Manuel de Regla Mota en Las Hicoteas; desalojó de San Juan de la Maguana al comandante Luis Alvarez y junto al río Jura, derrotó al comandante Lucas Díaz.

Fue para los patriotas como el árbol de la Noche Triste de Hernán Cortés, cuando fue derrotado por los aztecas, el 30 de junio de 1520.

Con apenas tres líneas escritas, revelación de su vitriólico anti-santanismo, por demás comprensible, pero no en ese momento, sino posterior, cuando propició la anexión a España en 1861.

Don José Gabriel García resume la batalla del 19 de marzo, la primera y más importante de la Primer Campaña.

Empero, como el sol es imposible ocultarlo con nada, don José Gabriel García pormenoriza la batalla del 19 de marzo de 1844 en Azua en su voluminoso compendio de la Historia de Santo Domingo, tomo I, página 573.

Reseña la gesta patria y la secundación al general Santana de los dos cañones activados por Francisco Soñé y el teniente José del Carmen García, Antonio Duvergé, José Legar, Vicente Noble, Feliciano Martínez, Manuel Mora, Juan Esteban Ceara, Nicolás Mañón, Matías de Vargas y Marco Medina, entre muchos meritorísimos, sin detallar, como es su estilo narrativo, los pormenores de esa hazaña patriota, que detuvo el avance del intruso invasor a nuestro suelo patrio.

El 24 de marzo de 1844, el general Francisco Antonio Salcedo (Tito), presenta resistencia al avance del general Jean Louis Pierrot en el río Chacuey, una pequeña escaramuza, y al día siguiente, 25, Salcedo vuelve a enfrentar a Pierrot en Talanquera, entre los ríos Chacuey y Maguaca, en la Línea Noroeste, próximo a Guayubín, pero no fue una batalla sino una táctica dilatoria para demorar el acceso de Pierrot a Santiago de los Caballeros y los patriotas ganar tiempo para prepararse y repeler el ataque previsto, que como sostengo siempre, no se produjo sino en la imaginería de historiadores y actores del supuesto teatro de guerra del 30 de marzo de 1844.

El 15 de marzo, el almirante Juan Bautista Cambiaso, organizador y fundador de nuestra arma del mar junto a Juan Alejandro Acosta, libra el combate de Tortuguero con la goleta Separación Dominicana, y Juan Bautista Maggiolo en la goleta María Chica, la primera de los hermanos Ginebra, la segunda de Pellerano, a un bergantín haitiano que pusieron en fuga luego de varias andanadas de cañón.

Esas dos goletas prestadas, y el bergantín Leonor, de Abrahán Coén, fueron nuestras tres primeras unidades navales de guerra.

El 4 de diciembre de 1844, el general Antonio Duvergé bate a los invasores en el fuerte de Cacimán, situado entre los poblados de Las Caobas y Las Matas de Farfán, por asalto al machete, con la pérdida de dos patriotas y seis invasores, describe el propio Duvergé en el parte de guerra al general Santana el día seis desde Las Matas de Farfán.

El 1 de abril de 1844 los comandantes Francisco Caba y Bartolo Mejía hostigaron al general Pierrot en su retirada de Santiago de los Caballeros en Guayubín, ocasionándole bajas.

Así finaliza la Primer Campaña, con una batalla, un combate y ocho escaramuzas.

Segunda campaña

El 17 de junio de 1845, se inicia la Segunda Campaña con el combate de Comendador, dirigido por el general Antonio Duvergé, comandante de las fronteras del Sur, en un pleito que duró dos horas combatiendo al intruso invasor, atrincherado en cuatro puntos, desalojados por asalto al machete, conforme el parte de guerra del general Duvergé al presidente general Pedro Santana, causándole mas de cien bajas.

El 25 de marzo de 1854 el general Duvergé vuelve a vencer al invasor en Cacimán. En El Puerto no se combatió.

En Las Caobas, Valentín Sánchez vence a los invasores, y el 20 de junio de 1845 Fernando Tabera, el héroe de La Fuente del Rodeo, vuelve por sus lauros y sanado de las heridas que le produjo Brouard en el bautismo de fuego patriota.

El 27 de octubre de 1845 Francisco Antonio Salcedo (Tito), derrota al invasor en el fuerte Invencible, al otro lado del río Masacre.

El 20 de junio de 1845, Fernando Tabera arremete por tercera vez contra el intruso invasor en un asalto al machete en Hondo Valle, (hoy en 2014), lleno de haitianos.

José Tomás Ramírez, Mariano del Castillo, Dionisio Reyes, Marcos Merdeces, José María Aybar, Celedonio del Castillo y Pedro Sena, entre muchos más, vencen al invasor en el combate de Los Pinos el cinco de julio de 1845, con una sola pérdida patriota y el “camino de fuga no parecía sino un arroyo de sangre”, conforme testifica en su parte de guerra al coronel Remigio del Castillo el comandante José Tomás Ramírez. El capitán Marcos de Medina dirigió la refriega.

El capitán Juan Segundo Félix vence en El Oreganal al intruso haitiano, conforme su parte de guerra al coronel Remigio del Castillo el 8 de julio de 1845.

 

Luego de una batalla de tres horas en el fuerte Cacimán, los patriotas dirigidos por los coroneles Bernardo Sandoval, Bernardino Pérez y Francisco Domínguez, vencen a los invasores el 22 de junio de 1845, comandados por el general Lambert Deschamps.

El Nacional

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