Opinión

Las finanzas del PRD

Las finanzas del PRD

De conformidad con la información depositada por las autoridades del PRD por ante la Junta Central Electoral, técnicamente las finanzas del Partido Revolucionario Dominicano no andan por buen camino. Peor aún, nadie entiende que, con un “buen gerente”, presidiendo la organización tenemos cargas económicas hasta el año 2011 y la dificultad de operar con la normalidad propia del principal partido opositor.

  Nadie en su sano juicio puede acusar al presidente de que los fondos terminan en sus bolsillos. Pero  la ira adquiere categoría singular  ante la certeza de que gran parte de los recursos sirven para alimentar su proyecto presidencial y las asignaciones recaen sobre dirigentes cercanos al ex secretario de Obras Públicas.

 Lo grave es que un presidente de cualquier organización política debe constituirse en garante por excelencia de un trato equilibrado y justo con  los sectores que no coinciden con su propuesta partidaria. Además, revestir de carácter institucional los salarios y ayudas recibidos por una parte importante de los funcionarios constituye una tomadura de pelo y ventaja comparativa. Y así no se establecen las bases para respetar la institucionalidad.

  La lista de  receptores de  fondos  en la campaña pasada revela prácticas y privilegios irritantes para levantar categorías dirigenciales. Reitero, no es que llegan a bolsillos determinados sino que el sentido de las finanzas establece la naturaleza excluyente y sectaria como opera el PRD bajo la dirección de Miguel Vargas.

  Siento que no podemos demandar del gobierno lo que no practicamos hacia lo interno. Y que no subestimen la inteligencia de una parte del partido y la sociedad lanzando  el argumento de que cuestionamientos a esos manejos representan una acción desleal y entorpecedora del éxito electoral. Lo que sí daña las posibilidades del PRD es el silencio cómplice frente a los excesos de los nuestros. Al ser duros con los de nosotros, tenemos autoridad moral para cuestionar los excesos de los adversarios.

Los políticos quedamos atrapados por la palabra. Y los que se comprometieron a un “nuevo PRD” deben saber que la sociedad espera un ejercicio transparente. Actuar en otra dirección es usar  los fondos  como  botín para un sector que considera el dinero como  única vía hacia el éxito. ¡Oh, José Francisco, tantas locuras en tu nombre!

El Nacional

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