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Las negociaciones del clima, entre corchetes y noches en vela

Las negociaciones del clima, entre corchetes y noches en vela

LE BOURGET, Francia, 1 Dic 2015 (AFP) – El acuerdo sobre el cambio climático de París se decidirá probablemente a último momento, tras una negociación sobre un texto de 54 páginas con más de 200 opciones que promete noches en vela.

Los equipos negociadores de los 195 países presentes en Le Bourget (afueras de París) disponen de menos de una semana para podar un texto que tienen que entregar a sus respectivos ministros, quienes tomarán las últimas opciones en la segunda semana, entre el 7 y el 11 de diciembre.

La Fundación francesa Nicolas Hulot ha contabilizado “más de 200 opciones y más de 1.200 expresiones o frases ‘entre corchetes'”.

Un ejemplo clave es el artículo 2, opción I: el objetivo del acuerdo es “limitar el alza de la temperatura media mundial ¡a menos de 2°C¿¡a menos de 1,5°C¿¡mucho menos de 2°C¿¡menos de 2°C o de 1,5°C¿¡menos de 1,5°C o de 2°C¿¡menos de 2°C en la medida de lo posible¿”. Los negociadores deberán escoger una de esas frases.

Luego, en otros 34 rincones del texto, tienen que escoger entre “debería” (“should” en inglés) ou “deberá” (“shall”).

El método elegido es una asamblea permanente: una mesa cuadrada con aproximadamente 80 jefes de delegación del mundo entero, explicó a la AFP una fuente cercana a la presidencia francesa de la COP. Luego es responsabilidad de los expertos de cada delegación celebrar minireuniones sobre cada punto para decir si hay acuerdo, o no.

– ‘Milagro de última hora’- 

“La gestión de nuestro tiempo será esencial, debería permitirnos lograr progresos cada día”, explicó el presidente de la COP21, el canciller francés Laurent Fabius, al arrancar los trabajos el domingo.

“Hacen falta siempre uno o dos días para entrar realmente en una dinámica de negociación”, constata un europeo, veterano de las negociaciones, bajo anonimato. “Todo el mundo quiere guardar sus cartas en la manga hasta el último minuto”, explica la negociadora japonesa Aya Yoshida. “Y esto empeora con los años”, añade el negociador europeo, quien advierte: “es una postura peligrosa”.

En la conferencia del clima de Copenhague llevó al fracaso total. Tan solo la palabra “descarbonización” es un tema que crispa a India, que depende en gran medida del carbón como fuente energética.

“Nos dirigimos hacia el término ‘neutralidad climática'”, añade otro negociador occidental, que precisa: “no es el problema más difícil que tenemos por delante”. Desde la COP1 en Berlín en 1995, la complejidad de las negociaciones del clima y su jerga se ha vuelto legendaria.

“Es un mundo muy especial” de especialistas que se reúnen a final de año sin falta y que “tienen su propio lenguaje” añade el negociador europeo. “Pero la complejidad se debe también al hecho de que las políticas climáticas afectan a todos los sectores de la economía, a todas las cuestiones sociales. Es por eso que es tan difícil lograr compromisos”. “Cuando pienso que al principio del proceso eran meteorólogos los que negociaban…”, suspira ese negociador.

Fabius advirtió a los negociadores que “encomendarse a una especie de milagro de última hora” no es “la solución”. Pero esa suele ser la tónica de las negociaciones COP, que a menudo se prolongan hasta la madrugada de la última jornada, por no decir el día siguiente, o al otro…

El resultado es que al final del maratón no es raro ver a los responsables estadounidense, chino, europeo o indio reunidos en un rincón de una sala, negociando directamente para resolver un embrollo que durante dos semanas parecía absolutamente insalvable.

El Nacional

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