Opinión

Las plantas a carbón

Las plantas a carbón

La construcción de dos plantas a carbón ha provocado grandes controversias entre ciudadanos, los políticos y el gobierno. Se trata de un saludable debate que enriquece la democracia, puesto que con el mismo se pueden lograr saludables experiencias.

Nosotros no podemos revertir un hecho consumado, pues el Gobierno emprendió la construcción de esas plantas sin que el debate se hubiera producido. Pero sí decimos que el costo directo de la construcción física no puede ser muy diferente al de otro tipo de planta, como una de gas o de diesel, pero el de la operación puede significar la diferencia de precio entre el carbón y el petróleo. Sin embargo, esa diferencia de precio se ignora, pues el gobierno no ha dicho cuánto se ahorrará para garantizar una rebaja en la tarifa eléctrica. Se habla de que es un aporte a la solución de los apagones, aunque en el supuesto de que sean terminadas en el 2017, como se ha dicho, la población que demanda energía habrá crecido, lo que puede dar lugar a que el problema siga. Habría que ver también cómo se suplirá la demanda de energía que requerirán las industrias, especialmente ahora que se gestionan nuevas inversiones en ese sentido.

Es preciso insistir en que las plantas de carbón no son amigables con el medio ambiente, por más filtros electrostáticos que se empleen. Ellas generan rockash, un material de desechos altamente contaminantes, aunque ahora se dice que ese material se puede usar para pavimentar carreteras, sin que haga daño, todo con el fin de justificar las plantas de carbón. ¿Es que han olvidado que el depósito y uso del rockash fue prohibido hace años, cuando se desató un escándalo cuando unos avivatos quisieron usar como basurero a la República Dominicana?

No nos explicamos cómo existiendo tantas corrientes hídricas que han sido estudiadas, gran parte de ellas en las montañas, no se emprende la construcción de tomas y pequeñas presas que generen energía, en beneficio de las comunidades donde se levanten. Esto quitaría presión a la demanda y resultaría mucho menos costoso.

Sería conveniente que en la preparación del Presupuesto de 2015 se incluya la construcción de estas pequeñas presas, cuyo período de construcción sería de apenas un año y permitirían el uso de energía limpia.

Otro punto a considerar en que la República Dominicana no produce carbón mineral, que habría que importar con la erogación de millones de dólares, igualito que como se hace con el petróleo. Como se dice en el argot popular, sería como desvestir a un santo para vestir a otro.

El Nacional

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