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Legalizar las drogas Eliminaría violencia y muertes

Legalizar las drogas Eliminaría  violencia y muertes

La estrategia hasta ahora fallida por los países involucrados en la producción y tráfico de sustancias alucinógenas prohibidas, ha demostrado su anomia y procede urgente modificarla como una alternativa eficaz y correcta para detener el vendaval de violencia y orgía de sangre cada día con mayor proporción y efusión.

El país más afectado por esta nueva guerra sin trincheras, al estilo el ISIS y El Talibán, resulta ser México, por su vinculación geográfica con Estados Unidos, con quien hace frontera de tres mil kilómetros, y donde los carteles de la droga se matan entre sí por la supremacía del ilícito mercado.
En esa áspera coyuntura, el presidente mexicano Enrique Peña Nieto produjo una disertación el 19 de abril último en las Naciones Unidas, postulando legalizar el uso de la marihuana para fines medicinales.

“Debemos asegurar la disponibilidad y un mejor acceso a las sustancias controladas para fines médicos y científicos”, expresó el gobernante azteca, que enfrenta una oleada de violencia y crímenes como nunc antes conectadas con el narcotráfico, que planea reducir al mínimo legalizando la marihuana, de la que México trasiega a su incómodo vecino un 90% de su consumo, el más alto del planeta en todas las vriantes de estupefacientes prohibidos.
Hasta ahora, México tolera portar legalmente hasta cinco gramos de marihuana, y esta licencia, añadida a una más extendida de uso, abre un canal de entendimiento y una apertura hacia la normalización de comercializar todos los estupefacientes para que en lo sucesivo clasifiquen legales como ansiolíticos, anti depresivos y analgésicos.

“Transitemos de la mera prohibición a una efectiva prevención y una eficaz regularización. Miles de vitas dependen de ello”, culminó el gobernante mexicano su comparecencia en la sesión de la ONU, que culminó sin un acuerdo específico para elaborar un diseño nuevo que permita legalizar toda la panoplia de las drogas en los 193 países que conforman el máximo foto mundial.

Prensa española EFE fechado en la ONU 18 de abril último reseña que en el mundo hay 27 millones de individuos adictos a drogas inyectables, la heroína la reina, que producen más de 200 mil muertes al año, mientras que en seis años, 2000-12, parecieron unas 26 mil en las guerras del narcotráfico en Occidente.

El presidente Peña Nieto persigue con legalizar el consumo y tráfico de estupefacientes, desmembrar los letales carteles de drogas de su convulso país porque al legalizar el andamiaje, termina la violencia y la orgía sangrienta entre pandilleros desalmados que comercializan los estupefacientes pergueñando por el control hegemónico del infernal mercado.

Colombia es el segundo país más flagelado por violencia y muertes vinculado con el tráfico clandestino de drogas, y sustento económico fundamental de las Fuerzas Armadas Revolucionaria de Colombia, las cuestiona y criminales FARC, que el presidente Juan Manuel Santos intenta zanjar la paz y culminar medio siglo de barbaries de los comunistas de las FARC contra sus paisanos, pero que si hubiese iniciado el proceso de paz legalizando el consumo y tráfico de drogas, ese anhelo del pueblo colombiano se hubiese cristalizado hace tiempo.

El presidente Santos sabe mejor que cualquier paisano suyo, que legalizando las drogas no solamente eliminaría la violencia, sino que yugularía a las FARC de su aorta económica que completan con secuestros y peajes del acarreo de drogas a los grandes capos, y es un anhelo nacional que entiende es su misión satisfacer.

Es lo que el presidente Santos expuso en una entrevista que concediera a la agencia noticiosa AFP divulgada el 19 de abril último, tesis que expuso en la ONU, descrita.

“No estoy proponiendo la legalización, (de ls drogas), estoy proponiendo que cambiemos el enfoque de prioridades, porque llevamos 40 años en est guerra contra las drogas y no la hemos ganado. Nosotros hemos avanzado en ir dándole marihuana permisos para usos medicinales. La legalización solo podrá ser cuando tengamos consenso internacional. La legalización en países individuales es imposible de manejar”, precisó el gobernante colombiano.

Honduras es el tercer país con mayor cuota de sangre originado por el tráfico clandestino de drogas con una tasa de homicidios de 84 por casa cien mil, contra 3.8% Estados Unidos. Afagnistán es el mayor productor mundial de cocaína del planeta, no obstante estar intervenido desde hace l5 años por varios países, Estados Unidos el principal.

Los estados norteamericanos de Colorado, Washington y Virginia permiten el uso controlado de cannabis, y California se apresta este año a ampliar el uso del cannabis, que permitió desde hace 20 años para fines medicinales con fines de reducir el tráfico proveniente del vecino México.
Uruguay legalizó el uso del cannabis en 20l3, también Finlandia y Holanda, pero en países como Arabia Saudita, Irán, China, Corea del Norte e Indonesia, el uso de narcóticos se penaliza con la muerte.

El comercio ilícito de estupefacientes mueve una economía conforme a precian algunos en US$380 mil millones al año, mientras otros estiman en más de US$500 mil millones, superior a la industria automotriz mundial, y conforme se percibe, legalizar las drogas enfrenta a un imperio económico enorme, una mafias sangrientas y un desiderátum para culminar la orgía de sangre y permitir a cada mortal que decida con su vida lo que desee, sin crímenes espeluznantes cada vez mayores. Es la experiencia de la Ley Seca que imperó en EEUU en los años 20 y 30 del siglo XX y que originó el pandillerismo de Chicago, que concluyó cuando se levantó la prohibición, con una orgía de sangre pasmosa.

El Nacional

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