Página Dos

Ley electoral, primero

Ley electoral, primero

No se trata de qué es primero, si la lluvia o el sol. Si el huevo o la gallina. Prefiero ver qué es el todo y cuáles son las partes de ese todo. A lo que voy, de cara al proyecto de ley sobre los partidos políticos y la revisión a la Ley Electoral preferiría un gran debate respecto a la Ley Electoral. Lo que definiría el sistema político nuestro, desde cualquier concepto de la democracia a que aspiremos, es la Ley Electoral, no la de los partidos.

¿Qué dice la Constitución de la República respecto al sistema político dominicano y sobre la democracia? ¿Cómo plantea la convivencia democrática?.
El legislador y la sociedad como tal, si queremos superar males, deberíamos concentrarnos en trabajar –si las condiciones lo permiten- en lo relativo a lo electoral para fortalecer una democracia que a la vez de representativa, logre lo participativo.

Al momento de pretender cambios, transformaciones, del sistema político-electoral contemplaría la posibilidad de darle otro carácter en cuanto dimensiones y misión básica. No creo en eso de Junta, con aureola de reinado, de jueces y cosas parecidas. Por ejemplo, simplificara sus tareas a su mínima expresión, tratando de abaratar y simplificar los procesos electorales.

Y hasta le daría otras tareas, aparte de organizar y dirigir las elecciones, le quitaría a los partidos y organizaciones políticas la potestad de contratar espacios publicitarios, y la concedería a un Instituto Nacional Electoral, con presupuestos mínimos para todo, hasta para la publicidad de los partidos.

Hace tiempo que insisto en que la Junta Central Electoral debe ser transformada en algo sencillo y menos complejo. ¿Para qué nos serviría un mecanismo como el Tribunal Superior Electoral con la grandeza de una JCE? Hay que producir cambios.

Cuando tengamos listo -hasta donde pueda llegarse- un sistema político y electoral más o menos fortalecido mediante una aceptable Ley Electoral es cuando procedería el debate del proyecto de ley sobre los partidos políticos. Obvio, que presento una forma de ver estos asuntos, y hay otras tantas maneras de afrontarlo y de establecer las prioridades. Dentro de mi lógica, trillaría el camino de la Ley Electoral.

El Nacional

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