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Uno de los indicadores de desarrollo humano de los países son los derechos sexuales y reproductivos, y nuestro país ha sido signatario de muchos referendos y acuerdos pero aun así, se sigue obligando a una mujer y a una familia a continuar con un embarazo en donde el feto tiene un diagnóstico adverso como por ejemplo un caso de anencefalia (ausencia de una parte del cerebro)
Por todos los medios debemos evitar que se repitan casos como los de Esperancita una adolecente de origen humilde que padecía de leucemia y que por tener que continuar con la gestación, perdió la vida. Si fuera tu hija o tu esposa que estuviera en esta condición, estamos seguros que no habría ninguna disyuntiva y que la respuesta seria abortar.
Los Senadores de la Republica tienen la oportunidad de rescatar la dignidad de las mujeres, hacer lo que nunca se ha hecho y aprobar estas modificaciones aun por encima de aquellos que se han olvidado de lo que significa la compasión y que en lugar de proteger a una mujer que desea vivir, a una madre que desea seguir al lado de sus hijos, optan por proteger cigotos, embriones o fetos, que, si bien son promesas de vida, son todavía solo un devenir que tendrán que sortear muchos contingencias antes de llegar a término.