Opinión

Libros y lecturas

Libros y lecturas

Balance de la Feria del Libro

Concluyó anoche la XX Feria Internacional del Libro de Santo Domingo, con Paraguay como país invitado y el cuentista y poeta René del Risco como invitado especial, cerrando una jornada que supone unos criterios nuevos para realizar la Feria, ciertamente más centrada en el libro, pero que no fue perfecta.

Los elementos negativos incluyen los 10 días de lluvia (del total de 12 del evento, lo que redujo considerablemente la asistencia y las ventas, lo que plantea al Ministerio de Cultura el procurar alguna forma de compensación a los libreros y editores.

Hubo venta de juguetes en cerca de 8 casetas o módulos (a pesar de la voluntad proclamada de no permitir elementos extraños al libro).

No llegaron a tiempo los libros de Paraguay, los cuales fueron arribando poco a poco, en un retardo injustificable que no debió haber sido nunca, ya que se disponía de todo un año para hacerlos llegar.

Tal vez tuvo que ver la situación política agitadísima y violenta por los intentos por relección del actual presidente.

Los elementos positivos:

-La nueva imagen de los libros de la Editora Nacional y los criterios formulados para constituir su Consejo Editorial. Impecables las presentaciones y notable el criterio de selección de textos. Este elemento trasciende al final de la Feria y es un aporte nacional bibliográfico de trascendencia.

-La trascendencia de los invitados internacionales (encabezados por Raúl Zurita, el más importante poeta chileno vivo y el novelista cubano Leonardo Padura, con la presentación de su documental Vivir y escribir en La Habana, y el rico conversatorio que generó en la Cinemateca Dominicana). Probablemente Zurita no fue lo suficientemente destacado como figura estelar de la Feria.

En el despliegue de su actuación en la Feria algo falló, lo que puede ser responsabilidad tanto del Ministerio como de quienes la cubrimos para diferentes medios.

-La dedicatoria a René del Risco y la publicación de sus obras completas por parte de la nueva Editora Nacional, lo cual – junto al pabellón que montó el Centro León, fueron cruciales para transmitir la fuerza comprometida y exquisita. Develar la obra y la vida de René del Risco es un servicio cultural inestimable de esta Feria del Libro.

– El funcionamiento de escenarios alternos al de la Feria, sacándola de la Plaza de la Cultura, sobre todo hacia sectores populares o de gran afluencia de público, como fue la lectura poética en el Club Mauricio Báez, la presentación de escritores en Ágora Mall, y más que todo, el montaje de la II Exposición de Libros de Colección en la Capilla de los Remedios, por parte de Verónica Sención e IlonkaNacidit Perdomo, que mejoró en mucho la calidad del trabajo expuesto en la Feria del Libro 2016, cuando se montó en la Sala Aida Cartagena de la Biblioteca Nacional.

– La dedicatoria de las calles, a diez intelectuales de una notable trayectoria y en particular la de la Sociedad Dominicana de Bibliófilos (la única institución reconocidas con ese homenaje) y que representa un estímulo oportuno a una entidad que ha trabajado denodada y desinteresadamente el el rescate del patrimonio cultural desde el libro, sobre todo de historia.