Opinión

Libros y lecturas

Libros y lecturas

Las tumbas de los Trujillo. Franklin Gutiérrez, (1951). Investigación histórica. 148 páginas. Colaboración de: Alejandro Paulino Ramos, Eugenio García Cuevas, José Rafael Lantigua, Edwin Espinal Hernández, Emérita Mora y Luis, Adriana y Mayra Gutiérrez.

Poca gente supone el trabajo que le implicó al más vigente investigador funerario de los escritores de la presente generación, el haber hecho el recorrido por siete países, en procura del estado de las tumbas de los familiares del dictador sin ejemplo que fue Rafael Leónidas Trujillo.

La investigación de Franklin Gutiérrez, quien hace dos años entregó “Cementerios, varones, tumbas y diasporando” (un grueso volumen que expone la realidad de nuestros camposantos y que le supuso unas jornadas tan agotadoras como la de ahora).

Este libro, cuyo autor tendrá una exposición en la Feria del Libro, es ejemplo de una investigación rigurosa en un área escasamente frecuente y que excede los alcances del reportaje periodístico, cuyas características (de tiempo y espacio) resultarían insuficientes para ilustrar todo lo que puede alcanzar el tema.
Gutiérrez investigó dónde y en cuáles condiciones están cada una de las tumbas de los Trujillo, documentando con fotos y datos en un libro para la historia.
“Si los cementerios no fueran territorios de expresión silente y tuvieran libre albedrío para elegir sus ocupantes, probablemente muchos miembros de la familia Trujillo Molina no habrían encontrado espacios sepulcrales que los albergara”.
La frase es terminante, firme y no deja espacios a las dudas.

La escribe el investigador y escritor dominicano Franklin Gutiérrez, el autor del imperdible “Diccionario de la literatura dominicana”, para iniciar un ensayo histórico inusual, mediante el cual ha ubicado donde se encuentran, y el estado de cada una, de las tumbas en que descansan los restos de los miembros de la familia que tiranizó al pueblo dominicano durante 31 años.

Es éste un estudio sin precedentes que recorre en detalle los camposantos en el país, los restos mortales que acogen y las características que los enmarcan.

El autor es fino y crítico en sus criterios para introducir el estudio: “Los camposantos son escenarios propicios para la impunidad, jardines impasibles donde nadie cuestiona la turbiedad pasada de su vecino más cercano”.

La familia Trujillo abandonó a República Dominicana en noviembre de 1961, ante el empuje popular contra los restos de la tiranía, una vez ajusticiado el principal responsable, Rafael Leonidas Trujillo, cuya sangre en la autopista (hoy 30 de mayo) pagó parte de sus hechos criminales.

Se trata de un libro que debe ser conocido por los lectores de hoy. Su autor se encuentra en la XIX Feria del Libro y en la misma tiene una intervención para ofrecer detalles de su realización.

Un título que debe ser buscado por las y los lectores como empeño por conocer esta parte desconocida de nuestra historia. Se vende en Pabellón de Autores Dominicanos.

El Nacional

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