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Ligia Amada, su pasión por la educación

Ligia  Amada, su pasión por la educación

Conocí a la profesora Ligia Amada Melo en el año 1976 a raíz de la celebración del Primer Congreso de Estudiantes de Pedagogía, en el cual presenté una ponencia en representación de los alumnos de la PUCMM.

Luego, en 1978, siendo director regional de Educación, en Santiago, le apoyé en la apertura del recinto de la UASD en la ciudad de Mao, Valverde, año que entré a formar parte del cuerpo docente de esta prestigiosa universidad, siendo Amada Melo directora de la Carrera de Pedagogía.

Para esta época realizaba una investigación sobre la Reforma de la Educación Secundaria puesta en vigencia con la Ordenanza 1-70.

Amada Melo era el espíritu de esta importante transformación de la educación del país.
Su mística de trabajo le fue inculcada a los docentes de esta reforma.
Al final de los 70, salí del país a realizar estudios doctorales en la Universidad de Grenoble, Francia, con una beca otorgada por el Gobierno de esa nación.

Ligia Amada fue un apoyo indispensable ya que el salario como docente de la UASD era parte de los recursos que requería para vivir y estudiar en ese país junto a mi familia.

Ella hizo lo necesario para que la UASD aprobara que el salario me fuera garantizado, al menos la mitad.
Posteriormente, al retornar al país, fui designado director general de Currículo e inicié los procesos necesarios para concluir con la reforma de la educación básica y evaluar la misma.

Amada Melo ofreció sus consejos y su experiencia para garantizar que ambas iniciativas fueran de éxito. Ya en la década de los 80 trabajamos juntos en la Transformación Curricular puesta en marcha al inicio de los 90.
Fuimos contratados por el PNUD para esa tarea Junto a otros importantes técnicos nacionales. En esta tarea duramos más de cuatro años y siempre fue una de las expertas que más aportó al proceso.
En el período 1996-2000, fue designada ministra de Educación y puso en marcha importantes iniciativas, sobre todo en la formación de docentes.

Fortaleció las pruebas nacionales y el programa de libros de texto. Su gestión fue considerada exitosa por los diversos sectores de la sociedad.

En el 2004, fue designada Ministra de Educación superior, Ciencia y Tecnología, cargo en el cual duró 12 años.
Su paso por el Mescyt puede ser considerado un éxito. Estableció un plan estratégico para el desarrollo de la educación superior que concluye en el 2018. Puso en marcha la Evaluación Quinquenal de las instituciones de educación superior del país.
Impulsó un ambicioso programa de becas internacionales y últimamente, nacionales.

Además, el programa de inglés por inmersión merece todo el reconocimiento de la sociedad.

Como resultado del Pacto por una Educación de Calidad, el Mescyt puso en marcha una ambiciosa reforma de la formación de maestros que contempla estándares de formación más elevados cuyo cumplimiento por las instituciones de educación superior permitirá una nueva generación de docentes centrados en las disciplinas de enseñanza y con una formación más integral.
También, puso en marcha un importante programa de financiamiento de la investigación.

Ella es una apasionada de la educación, una persona entregada a la necesidad que tiene el país de lograr que todos los dominicanos tengan acceso a una educación de calidad.

En su rol de directora de la reforma de los años 70, como directora de Pedagogía en la UASD y de funcionaria pública, puso de manifiesto su entrega y su honestidad.

Podemos estar o no de acuerdo con ella, pero es seguro que defenderá con pasión sus puntos de vistas y tratará, por todos los medios, de convencer de que ella tiene la razón, siempre pensando en lo mejor para la educación y el país. Sus aportes al desarrollo educativo del país son inestimables.

Muchas generaciones se han formado bajo sus orientaciones. Ella merece un reconocimiento en vida de la sociedad dominicana.

El Nacional

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