Economía

Lla incertidumbre sobre el rescate de España es de alto riesgo

Lla incertidumbre sobre el rescate de España es de alto riesgo

BRUSELAS, 24 Set 2012 (AFP) – El vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, advirtió al gobierno español que la incertidumbre sobre una eventual solicitud de rescate global a la economía de ese país “tiene mucho riesgo”, durante una entrevista este lunes con la AFP.

“Lo que tiene mucho riesgo es mantener la incertidumbre”, advirtió el vicepresidente de la CE y titular de Competencia, al ser interrogado sobre si el gobierno de Mariano Rajoy podrá evitar un rescate global de la economía española.

“Puede llegar un momento en que el coste de la incertidumbre sea mayor a cualquiera de las decisiones que se tomen”, explicó el español Joaquín Almunia.

España, cuarta economía de la unión monetaria, se encuentra bajo una intensa presión de los mercados y de una parte de sus socios europeos para pedir un rescate global, en un contexto de recesión, asfixia del sector financiero y un desempleo que afecta a la cuarta parte de la población activa.

El gobierno aún no se decide y da largas al asunto, mientras negocia las condiciones a cambio.

 Almunia destacó que en caso de que las autoridades españolas pidan finalmente la ayuda financiera a sus socios de la zona euro, no habrá nuevas exigencias, más allá de “un calendario preciso” para cumplir con las recomendaciones acordadas en julio con Bruselas.

“El tipo de condicionalidad que la Comisión tiene en mente para situaciones de esta naturaleza sería poner un calendario preciso a las decisiones que se deriven de las recomendaciones ya hechas por la Comisión”, aseguró.

Y probablemente esas recomendaciones quedarán grabadas este jueves en el “Plan nacional de reformas” que prevén anunciar las autoridades españolas para cumplir con las metas de déficit pactadas con Bruselas (6,3% del PIB en 2012, 4,5% en 2013 y 2,8% en 2014).

 ¿Pedir o no pedir el rescate? –

Almunia admitió que “es difícil” la disyuntiva a la que se enfrenta el gobierno español, con la que el país cargará el estigma de país rescatado, siguiendo el paso de Irlanda o Portugal o Grecia.

Ambas posibilidades “tienen pros y contras”, consideró.

Rajoy insiste en que tomará su decisión después de conocer los resultados de los análisis encargados por el propio Gobierno a dos auditoras independientes sobre el sector financiero. La zona euro ya concedió al país un crédito de hasta 100.000 millones de euros para sanear su sector financiero.

“No es una decisión en blanco o negro, o completamente positiva o completamente negativa”, dijo a la AFP.

Al pedir formalmente la ayuda, los interesados deberán firmar un nuevo memorando de entendimiento (acuerdo), en el que se recogen las condiciones o exigencias.

Los mercados llevan varios días de calma. Los inversores ya asumen que España hará finalmente uso del programa de compra ilimitada de deuda anunciado por el Banco Central Europeo (BCE) para apoyar a los países más frágiles de la zona euro.

El asunto es saber hasta cuándo España puede sobrevivir sin un rescate fiscal, teniendo en cuenta que la política presupuestaria del gobierno está en un momento crítico, bajo advertencias de que incumplirá casi con seguridad su objetivo de déficit público para 2012 debido al lastre de la recesión y la mala situación financiera de sus comunidades autónomas.

Justamente en estos días un tema más de preocupación se coló en la agenda de la Unión Europea: la tensión entre el gobierno conservador español y algunas regiones, en particular Cataluña, que derivó en un auge de reinvindicaciones independentistas.

“Cuando se ven tensiones en un Estado miembro, sea cual sea, lógicamente la Comisión se preocupa porque comparte los problemas y sensaciones de los europeos”, señaló Almunia.

De todas maneras, “son decisiones que corresponden a los españoles y a los españoles de las comunidades autónomas”, subrayó.

Almunia insiste que el tiempo de decisiones apremia no sólo para España sino para toda Europa, ante la “profundidad” de la crisis de la deuda.

Por eso mismo, no es el momento de pensar “en el futuro de Europa”, sino de tomar decisiones concretas.

Cuando hay que dar “respuestas difíciles siempre existe la tentación de decir bueno: ‘vamos a hablar del futuro de Europa’ (…) Yo creo que el futuro de Europa no puede ser nunca una huida hacia adelante que nos desvíe de lo que de verdad tenemos que discutir, analizar y resolver a través de decisiones”.

En momentos en que varios dirigentes europeos debaten el futuro y piden “Más Europa”, atrapados en un juego de equilibrio entre los países deudores y acreedores, Almunia cree que es necesario acercarse a la sociedad civil, a cada uno de los europeos “inquietos, angustiados que sufren mucho” esta crisis de “profundas consecuencias”.

“Me preocupa más el cómo se convence a la sociedad griega, o portuguesa o irlandesa o española o de cualquier otro país de que las recomendaciones que se dirigen desde la comisión o desde otras instituciones europeas están hechas pensando en sus propios intereses”.

“Hay un déficit allí que tenemos que llenar: y no será con debates abstractos sino con una política europea mas inteligible y más comprensible por parte de los ciudadanos”, remató.

El Nacional

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