SANTIAGO. En la víspera del cambio de las autoridades municipales, el centro de esta ciudad presentaba estaba mañana un cúmulo histórico de desechos sólidos, situación que se estima prevalecerá por lo menos en los días subsiguientes a la toma de posesión, mañana, del nuevo alcalde Abel Martínez.

El virtual abandono que hace meses se observa en calles y avenidas de los sectores santiagueros, ahora es común en las vías públicas que forman parte del casco urbano.

La calle Del Sol, la más importante de esta ciudad y donde están ubicadas las principales tiendas, instituciones bancarias y otras entidades comerciales, y en otras, como la 16 de Agosto, la acumulación de desperdicios arropaba hoy amplias franjas.

La situación generada por el deficitario sistema de recogida de basura plantea a las autoridades que mañana asumirán la administración municipal su reto principal inmediato.Pero, más allá del anuncio hecho por Abel Martínez hace algunos días, de que contratará nuevas empresas para realizar esa labor, se ignora cuándo ocurrirá esto.

Dándose como un hecho que la entrada de esas empresas al negocio de la recogida de basura en esta ciudad se tomará un tiempo prudente, la ciudadanía desconoce cómo enfrentarán las próximas autoridades el problema en sus primeros días al frente de la Alcaldía.

Otro inconveniente que habrá de afrontar Martínez será la manera en que reducirá la nómina que heredará de Gilberto Serulle la que, a pesar de que fue reducida en casi siete millones de pesos después de las elecciones, todavía está muy por encima de lo que permite la ley municipal.

Se da por descontado que cancelará a la mayoría de miembros y dirigentes del Partido Revolucionario Dominicana que hallará, pero igual suerte habrá de correr una apreciable cantidad del Partido de la Liberación Dominicana, del que Martínez es alto dirigente, pero que se mantuvieron en el cabildo en los seis años de gestión de Serulle, como parte de un soterrado acuerdo político.