El Nacional
HIGÜEY.- El traslado de 61 presos de la cárcel pública de aquí para el penal de Samaná provocó escenas de llanto y dolor entre sus familiares.
Madres, esposas y novias se aglomeraron junto al autobús que transportaría los reos hasta Samaná a unos 200 kilómetros de esta ciudad.
El traslado se hizo por órdenes de la Procuraduría General de la República y de la Dirección General de Prisiones, con la finalidad de descongestionar el recinto carcelario, que tenía hasta ayer más de 500 presos.
Los reclusos que fueron trasladados estaban condenados de manera definitiva, se dijo, pero algunos familiares desmintieron esa versión.
Según el comandante policial de esta plaza, desde hace un mes se había confeccionado un listado con los que serían enviados a otras cárceles para descongestionar la de aquí, escogiéndose la de Samaná. Las señoras Confesora Cordones y María Santana, madres de 2 de los reos trasladados, manifestaron que tendrán que incurrir en gastos mayores para visitar y asistir a sus hijos, dada la distancia donde se encuentren ahora.
¿Cómo les llevamos comida, ropas y dinero a nuestros hijos, si sólo en pasaje se nos va más de 2 mil pesos?, se lamentaban las señoras.
