Opinión

   Lo ideal en la justicia

   Lo ideal en la justicia

Lo ideal nunca es lo ideal en la República Dominicana. Somos un país de absurdos.

La tesis dominicana parece ser: ¿Para qué hacerlo fácil, si difícil también se puede?  Por eso, lejos de avanzar, retrocedemos. La nueva Constitución es el mejor ejemplo. Pudimos avanzar, pero dimos marcha atrás. Lo demuestra el tema del aborto.

Lo ideal es que los jueces de la Suprema Corte de Justicia, del Tribunal Superior Electoral y del Tribunal Constitucional, sean escogidos respetando lo que dice la ley, que no sean los intereses políticos los que determinen la selección.

Lo ideal es que se respete la carrera judicial,  que los méritos profesionales  primen a la hora de elegir un juez o una jueza, no  el interés del presidente de la República, del gobierno o de la oposición.

Fue penoso ver a decenas de profesionales optando por una posición en la Cámara de Cuentas cuando todos sabíamos que los méritos, la moral y la ética no serían tomados en consideración.  Al final, el Congreso del Progreso seleccionó a dirigentes políticos que responden al gobierno. El país perdió la oportunidad de tener una Cámara de Cuentas independiente.

Lo mismo sucedió con otros organismos autónomos.  Y lo que parece lógico, producente, se torna ilógico y contraproducente. Por eso el país no avanza en términos institucionales.

Es penoso ver como el presidente de la República se burla de la Constitución y las leyes, gasta y malgasta los recursos públicos, como si fueran suyos,  Y lo que es peor, que no pase nada, que no se levante una ola de críticas en los medios de comunicación, que los sectores sociales no partidistas se quedan de brazos cruzados.

Lo que vemos en todos los ministerios, con más de 20 viceministros cada uno, es aberrante. Eso lo viola todo. Lo que pasa en la Cancillería con los embajadores, cónsules, vicecónsules, etc., es una  vergüenza.

Las instituciones no se respetan. El escalafón judicial es importante instrumento institucional, y sería ideal que se respetara, pero aquí, en este país que no es país, nunca se hace lo ideal.

El Nacional

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