Opinión

Los 50 años de Niní

Los 50 años de Niní

Este artículo originalmente se llamaba “el ascensor de Melanio”, el secretario de Educación que,  sin concurso ni licitación, construye un ascensor que costará 19 millones de pesos  para no subir escalinatas. Pero cambié de tema y me dispuse a escribir sobre las villas que se construyen funcionarios en Casa de Campo, para sumar a las que ya tienen en otros polos  turísticos. Dejé a esos chicos malos con sus mansiones, sus helicópteros, sus villas y sus amantes, también de lujo, para otra ocasión, pues el país está apagado debido a la agudización de la crisis energética. “Los apagones de Marranzini”, puse como título. Sin embargo, la crisis  del PRD, debía ser el tema para dar continuidad al trabajo del domingo.  “¿Qué pasará en el PRD después del 16 de mayo”? No bien puse el signo  cuando cambié de opinión. “Vincho y el narcotráfico”. Comencé a escribir: “El doctor Marino Vinicio Castillo debería decirle al país cuales son los funcionarios de su gobierno vinculados al narcotráfico, comenzando con los que no tienen visa para viajar a Estados Unidos para que le haga un favor a la nación y ponga de manifiesto su entereza y responsabilidad…” Pero me dije: “no vale la pena continuar con ese tema.  Mejor escribo sobre la mafia en  Agricultura con los permisos de importación de habichuelas y otros productos agrícolas y avícolas que involucra a funcionarios del Palacio. Llamé a Nuria Piera para que me ofreciera detalles, pero no la localicé. Y a Fernando Hasbún para que me pusiera en contacto con Alicia Ortega para hablar sobre la fortuna del secretario de Obras Públicas, pero no tuve éxito. Se me ocurrió escribir sobre “El corrupto patológico”.  Y pensé: “Nadie me hará caso”. Miré el reloj: ¡Las dos de la madrugada! Estoy cansado y no me concentro. Y pensé en los 50 años en el canto de mi entrañable amigo Erasmo –Niní- Cáffaro. Para celebrar, Niní ofreció un espectáculo de “chupe usted y déjeme el cabo”.  Canta mejor ahora que hace unos años, pues ha aprendido a usar la voz de manera magistral. Niní es  íntegro, familiar, buen amigo y mejor ser social. Cumplirá 70 años. (Perdón por la indiscreción) ¡Y nadie lo cree! Él deja que el tiempo pase sobre sus canas sin  preocupación.  Le importa la vida, no el tiempo.   Hay que felicitar a Niní y felicitarnos por contar entre nuestros artistas a un hombre de su estatura artística y humana. ¡Brindo por ti! ¿Qué son 50 años para un Dios del canto y de la vida como tú? ¡Dentro de 50 años, volveré a brindar por ti y por tu salud!

El Nacional

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