Opinión

Los buenos y malos dominicanos

Los buenos y malos dominicanos

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10.- Duarte, en el Artículo 21 de su Constitución afirma: “Son dominicanos los que obtienen esta cualidad por nacimiento (ojo), o por haber obtenido del Gobierno cédula de nacionalidad con arreglo a la ley”. Ello implicaba, dice Juan isidro, la exclusión de toda diferencia jurídica basada en el prejuicio social, defecto de la Constitución Norteamericana de Filadelfia, la cual aprobó tácitamente la institución de la esclavitud, al ratificar el Articulo 4 del Acta de Confederación que limitaba el ejercicio de los derechos humanos a “los habitantes libres de cada uno de los Estados”.

11.-Es sumamente importante subrayar que para Duarte el sistema republicano de gobierno “es y deberá ser siempre popular en cuanto a su origen, electivo en cuanto al modo de organizarse, representativo en cuanto al sistema y responsable en cuanto a sus actos”.

12.-Para Duarte, Articulo 13: “Todo poder dominicano está y deberá estar siempre limitado por la ley, y esta por la justicia, la cual consiste en dar a cada uno lo que en derecho le pertenezca”. Dice Juan Isidro: “Duarte expresó en este caso un juicio filosófico que cae dentro del campo del deber ser, pues da por sentada la inexistencia de las clases sociales y del afán de poder y lucro de las clases dominantes, fervor romántico que lo hacía ver en cada hombre una cantera de bien y un exponente de pureza”.

13.-La respuesta a sus nobles afanes y sacrificios fue el destierro. Y con este, dice Juan Isidro, el más hondo dolor, la ruina. declarado traidor a la patria, solo dos de sus antiguos compañeros, siguieron manifestándole amor y lealtad.

14.-Los múltiples intentos de Duarte de regresar a la patria, ya enfermo y mayor, e integrarse a la lucha restauradora no encontró eco en los nuevos miembros del gobierno en armas, lo cual le hizo preguntarse lo que nos preguntamos hoy: “¿Que más se quiere del patriota? ¿Se quiere que muera lejos de su patria? A lo que Duarte responde: “El buen dominicano tiene hambre y sed de justicia a largo tiempo, y si el mundo se la negare, Dios que es la suma bondad sabrá hacerla cumplida y no muy dilatado, y entonces, ¡ay de los que tuvieron oídos para oír y no oyeron, de los que tuvieron ojos para ver y no vieron la eternidad de nuestra idea! Porque ellos habrán de oír y habrán de ver entonces lo que no hubieran querido oír ni ver jamás”.

15.-Duarte: “Esta situación es violenta y no promete un desenlace tan suave y natural como lo esperan los necios que representan esta comedia…Y mientras se agita y bulle el malo, ¿qué hace el bueno?”.

Continuará.

El Nacional

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