Opinión

Los cien días

Los cien días

Los primeros 100 días del presidente Danilo Medina Sánchez han sido difíciles en grado superlativo, tomando en cuenta dos huracanes, Isaac y Sandy, que dejaron daños costosísimos, encontrando las arcas del Estado con un hoyo fiscal, y tuvo que recurrir al trago amargo de la reforma fiscal, lo que ha motivado movilizaciones y protestas, vistas con ojeriza por algunos, pero que expresan la insatisfacción de la clase media, y entendemos que son legitima  forma de oxigenar el momento para la búsqueda de soluciones.

Dice el ministro de las Fuerzas Armadas, Sigfrido Pared Pérez, y entiendo  es sentir del superior gobierno, dichas movilizaciones no significan ningún peligro, más bien son un calmante. Las autoridades entienden saludable que  los jóvenes y la sociedad civil se expresen libremente.  Además, los organismos de seguridad no han encontrado sedición.

Consideramos que esta precisión de nuestro ministro de las Fuerzas Armadas es el equilibrio, cuando algunos desaforados comenzaron a acusar a estos jóvenes de conspiradores y de propiciar desobediencia civil. Pude observar desde la marquesina de mi casa la manifestación de la Plaza de la Bandera y vi  los primeros vehículos parqueados desde Fry And Grill, en la Caonabo con 27 de Febrero, ocupando las aceras Norte y Sur, llegando a la  Plaza de la Bandera, y, después de agotar su agenda, donde pedían Justicia por el crimen del hoyo fiscal, alrededor de las 7 comenzaron a retirarse, por lo que reconocí a algunos que creía peledeistas. A  otros los conocía como perredeistas, otros de la sociedad civil o exmilitares, y otros, como decía Bosch, tutumpotes de la clase media, y me resultó curioso.

 Algunos comentarios no se corresponden con lo que pudimos observar, y, modestia aparte, soy serio y lo he demostrado con 75 años cumplidos.

Medina, en sus primeros 100 días, ha cosechado respeto y simpatías. Y no ha tenido la culpa del hoyo fiscal.

En definitiva, comenzaron nuevas obras por San Cristóbal y el Este y otras medianas que la discreción en exceso no ha hecho público. Él quiere enderezar los entuertos y merece que le demos la oportunidad, no olvidando que sus promesas comienzan a verse. Busquemos la paciencia. Lo merece, cuando ya vemos la cirugía cuidadosa que ha comenzado. Por Dios, comprendamos que acaba de pasar la luna de miel de los 100 días. Los partidos comienzan a prepararse para hacer una oposición constructiva. Las mayorías podemos apoyar y lograr en forma decente y constructiva que el comercio se nutra con el circulante, que está en el suelo hace tiempo, y los negocios que no lavan, están vendiendo apenas un 30%, y ello imposibilita avanzar con una luz eléctrica heredada ineficiente y muy cara. Manos a la obra.

El Nacional

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