Opinión

Los intelectuales

Los intelectuales

El concepto “intelectual” parece estar reservado a las personas que escriben. Y que escriben obras impresas, con marcado énfasis en la literatura. Es la razón por la que cuando se habla de intelectuales hispanos no faltan los nombres de Gabriel García Márquez, Pablo Neruda, Mario Vargas Llosa, José Martí, Julio Cortázar, Isabel Allende, Gabriela Mistral, Octavio Paz y Mario Benedetti, entre otros.

Cuando hablamos de Fidel Castro, nos limitamos a referir al militar revolucionario y valiente, al orador y estadista cubano, obviando que era un hombre con cultura universal, suficiente para inscribirlo entre los grandes intelectuales del continente americano.

Lamentablemente no es así. Aunque Fidel escribió mucho, siempre lo hizo sobre tesis políticas y artículos periodísticos.

Otro ejemplo es el peruano Víctor Raúl Haya de la Torre, considerado como el mejor ideólogo y estratega político hispanoamericano, quien publicó múltiples obras políticas, pero nunca escribió novelas, cuentos ni otros géneros literarios, razón por la que no se le menciona como intelectual.

Rómulo Betancourt, de igual manera, escribió y publicó decenas de obras, pero ninguna sobre literatura. Se le recuerda como el estadista y el hombre que introdujo la democracia en Venezuela.

El doctor José Francisco Peña Gómez, ya hablando en el plano local, escribió centenares de discursos políticos (impresos en varios tomos), escribió un poema sobre la Revolución de Abril, el himno del PRD, dominaba varios idiomas y estaba dotado de una amplia cultura, pero nadie lo etiqueta como intelectual. Todos los dominicanos lo recuerdan como líder de masas y orador de primera línea.

El caso del profesor Juan Bosch es diferente. Bosch escribió tesis políticas, de historia (tanto dominicana como universal), sociología y literatura, destacándose, sobre todo, como escritor de cuentos, los cuales alcanzaron proyección internacional. Por la gran cantidad de obras publicadas, siendo su fuerte los géneros literarios, Bosch está considerado como el mejor intelectual dominicano de todas las épocas. Muy, muy superior a Balaguer.

El Nacional

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