Opinión

Los tufos de Boció

Los tufos  de Boció

Cada partidocracia tiene su Boció o su “Chino”. Haití está entre las sedes preferidas. Sus consulados entre los más ambicionados.

Los Presidentes los nombran para fabricar alcancías.

Gozan de inmunidad, aunque los pillen “in fraganti”.

Los pillan y los sueltan. Los sueltan y los vuelven a nombrar.

Amasan fortunas, financian campañas, promueven presidentes y son protegidos por ellos.

No hay generales, guardias, policías… ni fiscales, ni jueces para atraparlos y condenarlos. Tienen protección divinamente palaciega. Allí lo nombran, desde allí los sueltan y allí lo vuelven a juramentar.

La presunción de inocencia, a consecuencia de una justicia blindada a su favor, es esgrimida para justificar la reasignación de las funcione, aun repicando todavía el escándalo reciente.

“No se le ha probado nada, confiamos en su seriedad, no tenemos dudas de que lo hará bien”, claman los portavoces palaciegos; mientras los Boció vocean su inocencia en medio de pruebas alicias que lo acusan y abruman.

Los presidentes no se inmutan.

Los programeros hablan de que a los pobrecitos mandatarios los sorprenden en su buena fe, de que pese a ser los mejores informados, no están informados de “eso”; a pesar de que “eso” se expresara como escándalo reciente.

Cada Presidente tiene sus Boció y hay un Boció querido y protegido por dos presidentes. El “Chino” le envidia poco desde su diputación.

La decadencia del sistema era conocida. La de este gobierno permanecía oculta y ya asomó.

“Lo que el viento se llevó” se mezcla con lo que siempre se ha hecho.

Tufos, que después de Miranda tumbar máscaras, resultan muy degradantes.

Y a seguidas se registró en la ONU otra señal de degradación.

Allí se proclamó sin rubor que “en los últimos dos años se han dado pasos para garantizar el acceso universal y gratuito a la salud de calidad”

¡Sopla!

De entrada dudé sin en verdad vivo en este país.

Si es una fantasía que el presupuesto en salud no llega al 2% del PBI.

Si es un acumulo que nuestro país cuenta con uno de los peores sistemas de salud del Continente.

¡Sopla!

Pensé que vivo en Júpiter.

Pero después recordé que estos tipos que desgobiernan el país –y el nuevo canciller Andrés Navarro es uno de ellos- piensan que la realidad puede ser reemplazada por la mentira bien publicitada.

¡Señales de decadencia!

El Nacional

La Voz de Todos