Opinión

Los vientos soplaron

Los vientos soplaron

El anuncio del ex Presidente Leonel Fernández de que está listo para subir de nuevo las escalinatas del Palacio Nacional, porque a su juicio soplan vientos favorables, sin lugar a dudas que plantea una recomposición de las fuerzas políticas en la República Dominicana.

Esa situación comienza a vislumbrarse con la precipitada proclamación como candidato presidencial del ingeniero Miguel Vargas Maldonado por uno de los dos PRD, cuyos líderes no han podido ponerse de acuerdo para lograr la unidad que posiblemente pondría en jaque mate al gobernante Partido de la Liberación Dominicana.

Los partidos minoritarios, eufemísticamente llamados “emergentes”, no tienen nada que bailar en esa fiesta, excepto servir de bisagras a quien vea que se perfile como posible ganador.

Leonel Fernández, como político sabichoso, se adelantó a un probable anuncio de que el Presidente Medina buscaría la reelección, lo que plantearía un serio problema al PLD, en vista de que eso daría vida a un fantasma llamado división.

Los aspirantes a la Presidencia por ese mismo Partido se verían en la disyuntiva de apoyar la reelección o unirse en contra de Leonel, dado que no tienen ninguna posibilidad de competir con uno que tiene dinero y relaciones y con otro que posee los recursos del Poder.

La misma receta podría aplicársele al ex Presidente Hipólito Mejía, que dirige una facción del PRD y que nadie duda hará lo imposible por proclamarse también como candidato Presidencial de ese Partido. En ese caso, tendría que luchar contra varios frentes: con el de Leonel o el de Danilo, pero además con Luis Abinader, quien no se dejará despojar tan simple de la candidatura presidencial, sobre todo cuando las encuestas le favorecen en contra de Hipólito.

Estas consideraciones no provienen de una bola de cristal, porque la política es cambiante y nadie sabe lo que pasará de hoy hasta el 2016, cuando están previstas las elecciones generales.

Leonel, en los últimos actos públicos en los que ha participado, ha puesto en primera fila a jóvenes que para dentro de dos años tendrán derecho al voto. La transmisión de ese mensaje no significa que se despojará del apoyo “de los viejos” en el PLD, entre ellos quienes les adversan y a los cuales nombró como altos funcionarios cuando ejerció el gobierno durante doce años, cuatro antes del 2000 y luego ocho hasta el 2012.

Pero, como el carguito atrae, ahora quiere volver, por encima de quienes le recuerdan—y continuarán haciéndolo—que durante sus gobiernos campearon la corrupción y la impunidad, legitimadas por el control de estamentos judiciales y electorales que están a su favor.

El Nacional

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