El año 2016 que finaliza fue de muchas tensiones políticas y electorales, los partidos no dieron tregua en sus discusiones por imponer sus intereses con miras a las elecciones del 15 de mayo, una de las más complejas porque además de la presidencia se eligieron 4,000 cargos congresuales y municipales, destacándose la reelección del presidente Danilo Medina que ganó con el 62%, cuyo triunfo no cuestionan los opositores, pese a sus críticas repetidas a los pasados miembros de la Junta Central Electoral (JCE).
También, se resalta al final de este año la crisis política del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) y que amenaza con una división ante la lucha por la presidencia de la organización entre Víctor Bisonó Haza (Ito) y Federico Antún Batlle, de cuya disputa ya fue apoderado el Tribunal Superior Electoral.
El presidente Danilo Medina junto a su esposa Cándida Montilla, saluda en el Congreso tras juramentarse para su segundo mandato.
Como consecuencia de las elecciones del 15 de mayo y por presiones de los partidos de oposición, el gobierno tuvo que tomar la decisión en marzo de congelar la nómina pública y que se suspendieran los nombramientos en la administración pública.
Pasadas las elecciones y previo a la asunción del segundo mandato de Medina, al congelamiento de la nómina del Estado se le agregó la cancelación de los nombramientos por servicio prestado en oficinas gubernamentales, mientras se reducía el cobro de impuestos en el primer trimestre, como consecuencia del proceso electoral.
La sociedad vivió momentos críticos cuando los partidos de oposición, a una semana de las elecciones, comenzaron a enfrentar al presidente de la Junta Central Electoral, Roberto Rosario Márquez.
Los candidatos presidenciales de la oposición pedían una auditoría al Centro de Cómputos y al Padrón Electoral, pero también se oponían a la transmisión simultánea de las actas con los resultados electorales.
Igualmente los opositores cuestionaron los escáneres y el equipo tecnológico usados en las elecciones.
Pese a esos cuestionamientos, las elecciones se realizaron y desde los centros electorales fueron transmitidos simultáneamente, creado disgusto en los partidos opositores, algunas organizaciones empresariales y de la sociedad civil, que alegaron fraude.
Esos cuestionamientos no encontraron eco en los organismos internacionales, encabezados por la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión de Naciones Suramericanas ( Unasur), quienes en su informe dicen vieron algunos errores en el proceso, pero que no contaminaban los resultados electorales ni el triunfo de Danilo Medina.
Reinaldo Pared Pérez toma juramento a los designados miembros JCE, Julio César Castaños Guzmán, Roberto Saladín, Henry Mejía, Carmen Imbert Brugal y Rosario Graciano.
Por primera vez en el país se implementó el uso de la tecnología, tanto en la cédula de identidad y electoral, como en la transmisión de los resultados electorales.
Desde el mismo 15 de mayo pasado, los partidos se unificaron, lo que no hicieron para las elecciones, y presionaron, amenazaron con caos institucional en el país y cuestionaron hasta la entrega de certificados a los ganadores, acto al que no asistieron, sin embargo uno por uno acudió después a la JCE a retirar su documento ganador.
Pactos de partidos
El año 2016 se recordará en el aspecto político por los pactos electorales de los principales partidos que en el pasado escenificaron grandes enfrentamientos electorales.
Sorprendió al país la alianza electoral entre los otrora adversarios partidos de la Liberación Dominicana (PLD y Revolucionario Dominicano (PRD) para llevar como candidato presidencial en una misma boleta al presidente Danilo Medina.
Este acuerdo fue firmado por Danilo, quien buscaba su reelección, y el presidente del PRD, Miguel Vargas.
Con ese acuerdo se logró la inclusión de los perredeístas en el tren gubernamental con dos ministerios, el de Relaciones Exteriores, encabezado por Miguel Vargas, y el de la Mujer, cuya titular lo es Yanet Camilo.
Otros dirigentes del PRD fueron designados por decreto presidencial en direcciones gubernamentales, como son el doctor César Mella, como director de Seguros Sociales; Julio Maríñez, en la dirección del Instituto de Desarrollo y Crédito Cooperativo (Idecoop), entre otros viceminisros y subsecretarios.
Pacto PRM y PRSC
Otro pacto sorpresa fue el concretizado por el Partido Revolucionario Moderno (PRM), de recién creación tras la salida de una parte importante de los dirigentes perredeístas, con el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), organización que rompió la alianza que tenía con el PLD desde el 1996.
El candidato presidencial perremeísta, Luis Abinader, y Antún Batlle, presidente del PRSC, firmaron ese pacto y en las elecciones consiguieron tres senadores, decenas de diputados y la alcaldía de la capital, con David Collado a la cabeza.
El PRSC ganó en San Pedro de Macorís, con José Hazim Frappier, y postuló al alcalde David Collado, mientras que el PRM obtuvo Puerto Plata, con José Paliza, y Santiago Zorrilla, en El Seibo.
En el aspecto electoral también se destaca que el PLD por primera vez desde el 2006 lleva un candidato a alcalde en Santo Domingo Este en sustitución del asesinado Juan de los Santos.
Alfredo Martínez fue el candidato y ganó a su excompañero Manuel Jiménez, quien renunció de su partido, disgustado porque el Comité Político no autorizó una convención interna.
El Comité Político dispuso que los diputados y senadores serían repostulados nueva vez, por su compromiso de votar por la reforma constitucional que permitió a Medina buscar la reelección presidencial, y que en el caso de los alcaldes que en las encuestas estuvieron diez punto por encima de sus adversarios, no irían a convención.
Juancito y Roberto Salcedo se beneficiaron con esa decisión partidaria, afectando al diputado Jiménez en Santo Domingo Este y a Domingo Contreras, en el Distrito Nacional.
Sin embargo, Jiménez dejó la organizacion y se postuló por el Frente Amplio y el Partido de Hatuey De Camps, el Revolucionario Social Demócrata, pero no recibió el respaldo del PRM, quien inscribió a su candidato Domingo Bautista, dividiendo el voto opositor en el municipio.
Posible división PRSC
La crisis a lo interno del PRSC inició con la reunión encabezada por Antún Batlle, donde se sancionó públicamente al senador Hazim Frappier porque votó junto a Ito Bisonó por el Presupuesto y por la nueva conformación de la JCE, encabezada por Julio César Castaños Guzmán y que asumió al lado de Roberto Saladín, Carmen Imbert Brugal, Rosario Graciano y Henry Mejía Oviedo.
Luego, ambos legisladores encabezaron la Comisión Ejecutiva reformista y designaron a Ito Bisonó como presidente del partido y suspendieron por un año a Antún Batlle, acusado de irregularidades.
Para febrero próximo está convocada una asamblea, que al parecer será el escenario decisorio del futuro reformista.
Ambos se autoproclaman como el verdadero presidente de la organización y acuden con seguidores al Tribunal Superior Electoral y a la JCE.
En el caso de Antún Batlle, Luis Abinader y el expresidente Hipólito Mejía han expresado su apoyo y su reconocimiento institucional al grupo que encabeza Antún Batlle y Ramón Rogelio Genao, como secretario general.
Tanto Antún como Abinader y Mejía acusan al PLD y al gobierno de estar detrás de la división del PRSC.
El secretario general y presidente del Senado, Reinaldo Pared Pérez, ante esas acusaciones reformista y perremeístas aseguró que el PLD no se inmiscuye en asuntos internos de otros partidos, como lo hacen otras organizaciones políticas.
No se ha terminado este 2016 y a tres meses después de asumir el segundo mandato el presidente Medina cuando la reelección comienza a intranquilizar a lo interno peledeísta y recibe la atención de la curiosidad política.
Algunas vallas promoviendo la reelección del mandatario para las elecciones del 2020 fueron colocadas en la capital y en algunos municipios.
“No lo he visto, no creo que haya promoción reeleccionistas”, expresó el secretario general del PLD Reinaldo Pared Pérez quien dijo que hablar de candidatura en el PLD es extemporáneo.
